El acusado provechó que la menor convivía con él en su domicilio ubicado en zona oeste de la ciudad de Salta y bajo su cuidado, la sometió a tocamientos en sus partes íntimas.
De los elementos colectados durante la investigación, surgió un acometimiento contra la reserva sexual de la niña por parte de su propio padre, acusado de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia; y corrupción de menores agravada por el vínculo, todo en concurso real.
El acusado provechó que la menor convivía con él en su domicilio ubicado en zona oeste de la ciudad de Salta y bajo su cuidado, la sometió a tocamientos en sus partes íntimas, desde el año 2019 y hasta poco antes de que la abuela de la niña radicara la denuncia en su contra, en enero de este año.
Dada la modalidad que tuvieron los tocamientos a los que la menor fue sometida, ello supone un ultraje mayor al bien jurídico protegido y agrava la figura penal básica, por el sometimiento sexual sufrido por la víctima.
El imputado también incurrió en el delito de corrupción de menores agravada por el vínculo, ya que aprovechó la situación de vulnerabilidad de su hija y consumó un accionar objetivamente idóneo para la depravación de la conducta sexual de la niña.
El accionar delictivo del acusado fue corroborado con la denuncia, la declaración en circuito cerrado de televisión de la víctima y el informe psicológico, que dio cuenta de la angustia y ansiedad de la menor frente a su propio cuerpo y dificultades en la construcción de su identidad psicosexual que son indicadores que remiten a situaciones traumáticas.
A su vez, la niña presenta indicadores compatibles con stress postraumático.
La denuncia fue radicada en enero del corriente año por la abuela de la niña, de 12 años, luego de que el acusado decidiera no hacerse cargo de ella ni de sus hermanos y que la mujer conociera los hechos de los que fue víctima la menor.