María Leonor Giné, la mujer de 70 años fue brutalmente atacada por su nieto y principal imputado, Agustín Morales.
Pasó la primera semana de audiencias en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta capital por el homicidio agravado en perjuicio de María Leonor Giné, la mujer de 70 años que fue brutalmente atacada por su nieto y principal imputado, Agustín Morales, el 28 de marzo del año pasado en su departamento de calle Belgrano al 900 de la capital salteña. Los otros dos imputados son Federico Leonardo Detzel, amigo de Morales, y Tania Rocío Aguirre, una trans a la que los dos jóvenes le requirieron sus servicios sexuales aquella trágica jornada.
Ayer se llevó a cabo la quinta audiencia, en la que comparecieron un remisero, la empleada doméstica que tenía la víctima y un hombre que alquilaba una subdivisión realizada en el inmueble de Belgrano al 900. Está previsto que las audiencias terminen el viernes 30 del corriente mes. El primero en pasar el frente del Tribunal colegiado, compuesto por los jueces María Gabriela González (presidenta), Carolina Sanguedolce y Pablo Farah (vocales), fue el remisero que trasladó a uno de los imputados.
Según el chofer, Detzel subió en la calle Jujuy y solicitó buscar un teléfono público. Cuando encontró uno, habló 4 o 5 minutos y volvió a abordar el auto. Luego le pidió que siguiera hasta el barrio Solís Pizarro, donde se bajó en la plaza al frente de una iglesia. Allí intercambió algo con otro joven, el conductor no supo precisar qué.
Después se sentó en el banquillo el inquilino que tenía Leonor Giné desde marzo del 2020. Alquilaba en una subdivisión que tenía el departamento de Giné. Dijo que su comedor colindaba con la cocina de la víctima y que ambos ambientes estaban separados por una pared de durlok. Estaba desde un mes y medio antes del crimen.
Afirmó que casi no veía a Giné ni a Morales porque él trabajaba con horarios rotativos y pasaba poco tiempo en su casa. Dijo que uno o dos días antes del crimen le había pagado a Giné el alquiler, por adelantado. Acerca del día del hecho sostuvo que no escuchó ni vio nada, dado que había estado descansando después de una semana de trabajo nocturno. Por la noche vio tres o cuatro veces salir y entrar a Morales con otro joven.
A su turno, la exempleada de Giné contó que trabajó desde noviembre de 2019 hasta la fecha del deceso. Su nieto se mudó con ella dos semanas antes de la cuarentena. Sabía que él tenía problemas de adicciones y sentía temor por eso. Contó que Giné le dijo que amaba a su nieto y que no lo podía dejar solo. Le aseguró que iban a tratar de internarlo para que se rehabilitara.
Las imputaciones
Morales, acusado de homicidio agravado por el vínculo, ensañamiento, alevosía, criminis causa y violencia de género, en concurso real con violación de medidas sanitarias. Detzel (30) y Aguirre (30), imputados por homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, criminis causa, en concurso real con violación de las medidas sanitarias. La fiscal amplió la acusación sumando el delito de encubrimiento agravado.