El cortejo fúnebre partió a las 16:30 desde la Casa del Bicentenario, con un recorrido por calles céntricas, incluyendo una emotiva parada frente a la histórica casa de calle Pizarro, antes de dirigirse al Cementerio Parque, donde recibió sepultura a las 17 horas.
Ayer por la tarde, la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán se vistió de luto para despedir a Federico Córdoba, emblemática voz de Las Voces de Orán, quien falleció recientemente dejando un legado imborrable en la música popular argentina.
Desde temprano, una multitud se congregó para rendir homenaje a quien, junto a Ucucha Franco y Pitín Salazar, marcó un hito en el folclore norteño desde que ganaron el Festival Nacional de Cosquín en 1972. Aquel triunfo no solo fue un impulso artístico para el grupo, sino también un orgullo para todo Orán, que vio en Federico Córdoba a un embajador cultural incansable.
Su interpretación de “El Bermejo y yo” y tantas otras zambas y chacareras, lo convirtieron en una figura entrañable del cancionero argentino. Con una voz potente y sentida, supo transmitir el alma del norte salteño durante más de cinco décadas de trayectoria.
La Casa del Bicentenario fue elegida como lugar de velatorio, en lo que se convirtió en una conmovedora manifestación de cariño y gratitud popular. Orán despide no solo a un artista, sino a un hijo que supo honrar a su pueblo desde el arte y la identidad.