El referéndum arrojó que un 62 por ciento de votantes aprobaron una ley que impone un certificado especial que permite el acceso a eventos públicos y otras reuniones solo a los que se han aplicado la vacuna o recuperado del coronavirus o tienen una prueba negativa.
Los suizos aprobaron hoy domingo en un referéndum una ley que impone un certificado especial de Covid-19 que permite el acceso a eventos públicos y otras reuniones solo a los que se han aplicado la vacuna o recuperado del coronavirus o tienen una prueba negativa.
Los resultados finales arrojaron, tal como anticipaban los sondeos, una amplia mayoría de los votantes de Suiza, un 62%, dio su «sí» a la ley.
La participación, de alrededor del 65%, fue la cuarta más elevada desde que se introdujera el sufragio femenino, en 1971, en un país donde la media es del 46% en este tipo de consulta.
El referéndum se celebró en un momento en que una nueva variante del coronavirus, calificada de preocupante y designada Ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), volvió a poner al planeta en estado de alerta.
Debido a inusuales tensiones en Suiza, la policía bloqueó este domingo la plaza frente a la sede del Gobierno y del Parlamento en Berna, en previsión de manifestaciones, informó la agencia de noticias AFP.
Los sondeos anticipaban que la población iba a aceptar la ley, pero los opositores a las vacunas y al pasaporte Covid organizaron numerosas manifestaciones en las últimas semanas, a veces prohibidas y salpicadas de violencia.
Muchos políticos, incluido el ministro de Sanidad Alain Berset -que desde hace dos años encarna la lucha contra el coronavirus en el país alpino-, fueron amenazados de muerte y ahora están bajo protección policial.
Los suizos votaron también este domingo una iniciativa popular sobre los cuidados de enfermería, que pide a la Confederación que garantice una remuneración adecuada de dichas prestaciones.
Según la última encuesta del instituto gfs.Bern realizada el 7 de noviembre, 67% de los consultados apoyaban la iniciativa de una remuneración adecuada para los cuidados de enfermería.
Estas votaciones se produjeron cuando Suiza, como otros países, experimenta un brote de infecciones de Covid-19 desde mediados de octubre debido a la variante Delta.
Pero, a diferencia de otros países en el mismo caso, el Gobierno se ha negado hasta ahora a endurecer medidas, argumentando que la ocupación de las camas en cuidados intensivos por pacientes con coronavirus es relativamente baja hasta la fecha (20%).
No obstante, el Gobierno instó a los cantones a adoptar medidas y pidió a la población que respete las medidas sanitarias básicas.
Con una tasa de vacunación total de alrededor del 65%, Suiza está atrasada en la cobertura de vacunación en comparación con otros países de Europa occidental.
Es la segunda vez en menos de seis meses que la población debe votar sobre la ley Covid. En junio, los ciudadanos la apoyaron con 60% de los votos en un primer referéndum.
Sin embargo, al modificarse la ley para dar más margen a las autoridades para luchar contra la pandemia y permitir la instauración del certificado o pasaporte Covid, las personas en contra decidieron convocar un segundo referéndum.
Los opositores rechazaron este «endurecimiento extremo e innecesario de la ley Covid» y denunciaron el pasaporte Covid, «que induce implícitamente a una vacunación forzada».
El conjunto de los movimientos políticos, con excepción de la derecha populista UDC, primer partido del país, apoyó la ley.
El Gobierno afirma que el certificado Covid facilita los viajes y las estancias en el extranjero, permite la celebración de manifestaciones y está «a disposición de todos», porque las personas no vacunadas y que no tuvieron el virus pueden hacerse pruebas PCR para obtenerlo.