Aparentemente salió de su trabajo cerca de las 23.40 del 10 de septiembre y caminó las casi 14 cuadras hasta su domicilio, donde la esperaban su esposo y sus hijos.
La historia de una madre de La Caldera que desapareció luego de atender su celular a 600 metros de su casa aún no tiene título. No se sabe nada de Jéssica desde la madrugada del 11 de septiembre de 2024.
Aunque aseguran que no dejó rastros, la filmación llegando a su domicilio es más que elocuente, no estaba huyendo ni tenía persona alguna a su alrededor.
Ella, aparentemente salió de su trabajo cerca de las 23.40 del 10 de septiembre y caminó las casi 14 cuadras hasta su domicilio, donde la esperaban su esposo y sus hijos.
Al pasar por la plazoleta Pastor Lizondo se la ve totalmente despreocupada. La plazoleta se encuentra sobre avenida El Jardín, donde está la sede de la policía de La Caldera. La joven, según su familia, pasó enfrente de esa dependencia solo un par de minutos antes -aparentemente-. Cuarenta y siete días después solo su familia la busca sin descanso. Los rastrillaje de la zona ya mermaron y la notoriedad del caso se enfría lentamente.
Ayer, un familiar aseguró que todo está como si nadie hubiera llegado por ahí. No hay pistas y la verdad huye cada vez más lejos. «Hay algo extraño en esta desaparición», dijo Y agregó: «Si no se quiere, no se puede».
La joven mamá dejó varios hijos, quienes quedaron huérfanos al morir su padre y a la vez esposo de la mujer buscada, eso ocurrió solo tres días después de la desaparición. Ese hombre nunca estuvo detenido, y su muerte se cerró como un caso de «supuesto» suicidio.
La noche de su desaparición, Jéssica vestía un pantalón cargo -color fucsia-, una campera de color negro y zapatillas de color blanco, número 35.
Su teléfono no apareció. Su número seguramente está siendo peritado, porque allí podría estar la clave del misterio. Su desaparición se produjo en las seis cuadras que le faltaban caminar en línea recta, sobre una calle que tiene casas a ambos lados en casi toda su extensión.
Fuentes del pueblo aseguraron que existen cantidades de cámaras en el pueblo, cercanas al ingreso de la localidad y en los principales puntos. «Esa noche casi no había tráfico y los movimientos de los vehículos seguramente podrían ser investigados», dijo un vecino consultado.
«Son solo 600 metros que no pueden dilucidar qué pasó con Jéssica«, dijo una hermana de la desaparecida.
«No hay mucho para pensar, llegó a la casa o no llegó. Si no llegó, alguien la esperó en el último tramo y quizá ese mensaje es el que recibió Jéssica cuando quedó filmada frente a la plaza», todo puede ser dijo un familiar.
En tanto se sabe a ciencia cierta y por testimonios que la pareja de Jéssica llevó y recogió en su moto a sus hijos de la escuela ese día 11 de septiembre, pero no le informó a su familia acerca de la desaparición de su esposa.
El esposo de Jéssica solo la salió a buscar el mediodía del jueves 12, y el sábado 14 apareció sin vida en El Nogalar, cerca del río.
«Jéssica volvía de su trabajo -supuestamente-. Tal vez se había retrasado un poco. Ahí está la pista y la verdad, alguien debe decirla», expresó un familiar.