Comunidades enteras permanecen aisladas y dependen de operativos aéreos, terrestres y fluviales para recibir ayuda.
Después de varios días de lluvias persistentes y el crecimiento del caudal del río Pilcomayo, la situación comienza a dar un respiro en Santa Victoria Este. La leve bajante del agua permite restablecer el acceso aéreo a ocho parajes que permanecían aislados, donde se han intensificado los operativos para llevar alimentos, agua potable y atención médica a las comunidades afectadas.
Las poblaciones más golpeadas por el fenómeno climático han enfrentado dificultades extremas. En Alto La Sierra, Vertiente de La Costa, Desemboque, Pozo el Bravo y San Bernardo, la ayuda llegó a través de 12 vuelos coordinados que transportaron no solo provisiones, sino también evacuaron a personas con necesidades médicas urgentes. En tanto, Hito 1 y La Pista solo pueden ser alcanzados por agua, con el apoyo de equipos de rescate especializados.
La comunidad de La Estrella, Monte Carmelo e Hito 1 han sido las más afectada por la inundación, lo que obligó a muchas familias a refugiarse en espacios de resguardo temporales. Mientras tanto, en Misión La Paz, la asistencia se realiza a través de gomones, con previsión de nuevos operativos terrestres cuando las condiciones lo permitan.
La situación sanitaria sigue siendo crítica, por lo que un hospital de campaña se instalará en la escuela de La Curvita. Un equipo médico especializado partió desde la ciudad de Salta con ambulancias de alta complejidad y equipamiento para atender a la población y aliviar la sobrecarga del hospital de Santa Victoria Este. Médicos y enfermeros trabajarán especialmente en la asistencia de comunidades dispersas y afecta
das por la emergencia.
La situación aún es crítica
A pesar de la leve bajante del río, que alcanzó los 6.50 metros tras haber llegado a un pico de 6.59 metros en Misión La Paz, las condiciones siguen siendo frágiles. Las defensas de contención resisten, pero las tareas de refuerzo continúan para evitar nuevos desbordes.
Las comunidades desplazadas han encontrado refugio en la escuela de La Curvita, el Templo y el Albergue Estudiantil de Victoria, donde reciben alimento preparado por el Ejército con insumos donados por la Provincia y el municipio. Sin embargo, la incertidumbre sobre cuándo podrán regresar a sus hogares sigue siendo una preocupación latente. Mientras tanto, organizaciones como la Cruz Roja trabajan en el relevamiento de las familias afectadas para garantizar asistencia a largo plazo.