El ministro participó en una teleconferencia con economistas. Dijo que el Gobierno es flexible y oyó críticas sobre el excesivo periodo de gracia propuesto
Por Leandro Gabin
«Algunos acreedores aceptaron y con otros seguiremos negociando, todavía hay tiempo para llegar a un acuerdo», señaló Martin Guzman durante un webinar organizado por la Universidad de Columbia y donde participaron además el economista argentino Martín Uribe y el profesor de Harvard Jeffrey Sachs. El ministro de Economía no arriesgó definiciones contundentes a pocas horas de que finalice la oferta de la deuda.
Después de repasar algunos puntos acerca de cómo venía la economía, Guzmán manifestó que «es nuestra intención tener un acuerdo en común con los acreedores, que tengamos una buena relación con ellos».
Y volvió a llamar a los bonistas del exterior a que hagan una contraoferta. «Si encuentran otras combinaciones que satisfaga el marco de sostenibilidad de la deuda que hemos trazado lo tendremos en cuenta», afirmó el ministro en el sentido de que no estaría atado necesariamente al mix de la oferta (período de gracia y quitas de capital e intereses). «Somos flexibles», agregó.
Lo más interesante fue el «cruce» de Guzmán con Martín Uribe, también profesor de Columbia. El economista cordobés que vive en Estados Unidos se puso de «abogado del diablo» y dijo que desde el punto de vista de los acreedores, la Argentina no está haciendo ningún esfuerzo. Lo dijo en el sentido de que el periodo de gracia incluye hasta el final del mandato de Alberto Fernández.
«Yo diría que se puede hacer otro oferta en donde el gobierno comparta el esfuerzo con el próximo. Empezar a pagar antes haría que la propuesta sea más creíble», resaltó Uribe. «Si el gobierno no hace esto no se podrá cortar el virculo vicioso de default», agregó recordando que todos los gobiernos le tiran la pelota al que sigue y que eso ya no es creíble para los inversores. Además pidió una reforme fiscal y del Estado.
Tuvo su tiempo Guzmán para responder pero tan solo afirmó que en la idea original, el periodo de gracia era hasta el 2024 y 2023 como ahora. «No es una cuestión de un gobierno o el otro, sino de trazar un camino para que la deuda sea sostenible en el tiempo», respondió el ministro de Economía.
Pero el más oficialista con el caso argentino no fue Guzman sino el nuevo fetiche del Kirchnerismo: Jeffrey Sachs. El economista se mostró como un fiel defensor de la propuesta hecha por la Argentina y vaticinó que «no pueden y van a pagar más» que lo que se presentó.
Reiteró lo que le dijo Alberto Fernández en el sentido que habrá defaults masivos y que uno de la Argentina no le conviene a los acreedores. El apocalíptico pronóstico por ahora está lejos de cumplirse e incluso durante la pandemia hubo países como Paraguay que recientemente colocaron 1.000 millones de dólares en bonos al 4,5% o el caso del Metro de Santiago de Chile que consiguió 1.500 millones de dólares mediante títulos a 10 y 30 años.
«Creo que el gobierno hizo una buena y seria oferta a los bonistas. Los acreedores están equivocados. La deuda con cupones del 7% era impagable antes y después del Covid19. No era sustentable», afirmó el economista que precisamente el miércoles firmó una solicitada con casi 200 académicos a favor de la Argentina en medio del canje.
Arengó Sachs que en caso de caer en default la Argentina «no va a estar sola» y que a los acreedores no le conviene un crash financiero masivo.
Finalmente, y para cerrar la conferencia que duró una hora y cuarto, Guzmán se volvió a mostrar receptivo a que los acreedores presenten alguna contraoferta. «Siempre hay una posibilidad de aprender y si hay otra combinación que sea sustentable, con sentido común y realismo, la veremos», concluyó el ministro
Fuente: iProfesional.com