Ayer miércoles, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre la rápida propagación de la variante del coronavirus Ómicron. Durante la última semana, los casos en el continente americano casi se han duplicado y los expertos estiman que la propagación del virus todavía irá al alza.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los positivos de Covid-19 casi se han duplicado durante la última semana.
A pesar de ello, la región está consiguiendo enfrentar el repunte de casos de mejor manera que en el pasado, ya que el índice de mortalidad es menor debido a que varias naciones ya aplican vacunas de refuerzo contra el virus.
«Los contagios se aceleraron rápidamente durante temporada navideña alcanzando niveles de transmisión nunca antes vistos durante esta pandemia», fue la afirmación de la directora de la OPS, Carissa Etienne, durante una conferencia de prensa virtual.
Y es que la región ha pasado de registrar 3,4 millones de casos el 1 de enero a 6,1 millones el 8 de enero, casi el doble. Una situación provocada principalmente por la variante Ómicron, presente ya en 35 países del continente.
Ante este repunte de positivos, la OPS remarcó la importancia de que la población se vacune, también con las dosis de refuerzo.
Según los datos de la OPS, cerca del 60 % de la población de América Latina y el Caribe ya ha recibido la pauta completa de vacunación, todavía hay mucha reticencia e los ciudadanos a recibir las dosis.
Al menos 10 países de la región no han logrado llegar ni al 40 % de la población vacunada, por lo que desde la organización de la salud instan a aumentar la cifra de inoculados.
«La meta es tener al 70 % de la población vacunada para el 1 de junio de este año y, con la nueva variante, ampliar campañas de vacunación y tener mayor acceso a las vacunas», sostuvo la funcionaria.
A pesar de que Estados Unidos es el país que alberga un mayor número de casos, otras naciones como Paraguay y Argentina han visto aumentar su tasa de contagio en casi un 300 % durante la última semana.
La tercera ola del Covid-19 ya ha llegado a Argentina y tiene un nombre: Ómicron. En las últimas 24 horas, el país sudamericano sobrepasó los 130.000 casos de Covid-19 por segunda jornada consecutiva desde el inicio de la pandemia.
Tras meses de situación epidemiológica favorable, en octubre el Gobierno de Alberto Fernández flexibilizó las medidas de contención contra el virus y reabrió las fronteras del país. No obstante, con la llegada de la nueva ola, el Ejecutivo ha tenido que rediseñar su estrategia de contingencia.
Con un aumento alarmante de positivos en las últimas semanas, en Argentina ha entrado en vigor el pase de vacunación desde el 1 de enero. Con este, los argentinos que quieran acudir a eventos masivos o en espacios cerrados deben probar que cuentan con el esquema de vacunación completo.
En estos momentos, con 131.082 de casos en la última jornada, el índice de positivos en el país es del 66,1 %, muy por encima del 10 % que recomienda la OMS en el marco de la pandemia.
Además, la ocupación de las camas en las unidades de cuidado intensivo (UCI) es del 39,5 % a nivel nacional y del 40,4 % en Buenos Aires y su zona metropolitana -aunque este nivel es por todo tipo de patologías, no únicamente Covid-19-.
De los 45 millones de habitantes de Argentina, 2,8 millones han recibido una tercera dosis adicional y otros 5,3 millones recibieron una dosis de refuerzo.
Escalada en México
Las filas para realizarse una prueba de detección del virus eran larguísimas este miércoles en Guanajuato, México. Y no es para menos, ya que en los últimos siete días casi 135.000 mexicanos contrajeron Covid-19, una cifra récord desde el inicio de la pandemia.
La Secretaría de Salud de México informó de 33.626 nuevos contagios, la mayor cifra de la pandemia, en las últimas 24 horas, además de 162 muertes.
El lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo público que había contraído el Covid-19 por segunda vez, aunque solo acusó síntomas leves como los de una gripe.
En cuanto al nivel de decesos, parece que el índice de mortalidad no acompaña al de contagios. No obstante, los expertos han instado a la precaución, ya que los sistemas hospitalarios bien podrían colapsar.
Además, los epidemiólogos vaticinan que los casos seguirán al alza en el país norteamericano.
En medio de la propagación del virus, los estudios iniciales sobre la nueva variante sugieren que Ómicron es más leve que sus antecesoras. A pesar de ello están sonando las alarmas mundiales.
La mayoría de los contagiados experimentan síntomas diferentes a los de las variantes anteriores. Los más comunes son dolor de garganta o secreción nasal, sin las dificultades respiratorias típicas de otras versiones del virus, como la Delta.
No obstante, a pesar del menor número de muertes en proporción, las cifras absolutas indican que un mayor número de personas desarrollará síntomas graves con la enfermedad. Especialmente aquellos que no han sido vacunados, que son los que ocupan el mayor número de camas en las UCI.
«Estoy de acuerdo en que tarde o temprano todo el mundo estará expuesto, pero más tarde es mejor. Porque tendremos mejores medicamentos y vacunas disponibles«, señaló el epidemiólogo Michel Nussenzweig, de la Universidad Rockefeller, ante una consulta efectuada por la agencia Reuters.
Además, con más contagios hay más posibilidades de que los pacientes de alto riesgo padezcan la enfermedad, como indicaron desde la OPS.
«No se trata de ver a Ómicron como una simple gripa. Es importante tener en cuenta que aún muchas personas no han recibido la vacunación completa, principalmente, entre aquellos que tienen una comorbilidad«, indicó Sylvain Aldighieri, gerente del Incidente del Covid-19 de la OPS.
Los estudios respecto a Ómicron todavía no son suficientes. No se sabe si esta nueva variante tendrá efectos a largo plazo como anticuerpos que atacan al organismo, alteraciones en el esperma o en las células productoras de insulina, síntomas que ya se han visto en otras variantes.
En esta línea, también preocupa la saturación de los hospitales -a pesar de que están mucho más preparados para una situación de crisis epidemiológica que durante la primera ola del virus- y las nuevas mutaciones del Covid-19. Ómicron es la quinta variante del coronavirus, y todavía no se ha constatado si su capacidad de mutación se ha ralentizado. Lo que sí se sabe es que un alto índice de contagio aumenta las posibilidades de nuevas mutaciones.