La crisis del país se vio reflejada en los datos del consumo de agosto., el mismo volvió a caer, inclusive en productos básicos.
El consumo cayó un 3,3% en agosto y comenzó a revelar la situación real de la economía argentina. Este retroceso es más pronunciado en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires que en el resto del país.
Un informe de Nielsen, lo reveló remarcando además, que la retracción más pronunciada se produjo en el rubro almacén y alimentos con un 7,1% lo que también significó un fuerte cambio de tendencia en el canal supermercadista, el analizado por la compañía.
Los restantes rubros, cosmética y tocador, 8,2%, bebidas con un 3,7%, también experimentaron un retroceso. El rubro limpieza continúa con ventas en ascenso, a un ritmo menor al registrado en los meses anteriores, este se elevó un 2,7% en el mes analizado. Y otro que se mantiene en senda de recuperación fue el de frescos, congelados y lácteos, cuyas ventas subieron un 2,3 por ciento.
La caída de la venta de productos de consumo masivo fue, como se dijo, más pronunciada en Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, al registrar un descenso de 3,8% contra un 1,8% anotado en el resto de las provincias del país. La explicación de este comportamiento, se debería, en parte, a que las restricciones fueron flexibilizándose antes en las provincias que en la zona del AMBA y que ese aspecto tuvo su impacto a nivel de consumo. Pero también al hecho de que en esta región geográfica se concentra el 40% de la población del país.
En julio, el consumo todavía mostraba datos positivos. Los mismos informes de Nielsen daban cuenta de un aumento del 2,8% mientras que , con excepción de cosmética y tocador, el resto de las categorías analizadas continuaba en alza. De hecho, bebidas había iniciado la senda de la recuperación en junio pero, evidentemente, el bolsillo comenzó a apretar y agosto ya no mostró los mismos comportamientos.