Las canciones “Las ventajas de rezar solo” y “Encuentro con un ángel amateur”, conformaron el bloque en el que Carlos Solari participó desde las pantallas montadas detrás del escenario. El show lleva más de medio millón de visualizaciones en YouTube.
Carlos “El Indio” Solari sorprendió la madrugada del domingo al estrenar dos nuevas canciones en el soberbio show virtual que Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, su banda acompañante, ofreció desde la localidad bonaerense de Villa Epecuén, en una transmisión por YouTube que alcanzó picos de poco más de 90 mil espectadores.
Se trató de “Las ventajas de rezar solo” y “Encuentro con un ángel amateur”, que junto a “Stragerdanger”, única canción en el repertorio perteneciente al último trabajo editado “El ruiseñor, el amor y la muerte”, conformaron el bloque en el que el artista participó desde las pantallas montadas detrás del escenario.
Esto ocurrió en el espectáculo por streaming “A los pájaros”, de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que debía transmitirse por Ticketek desde las 21 del último sábado, pero fue liberado por decisión del grupo poco antes de la medianoche, ante los problemas de conectividad presentados por la plataforma que, pasadas dos horas del horario anunciado, no permitía el ingreso del código al que habían accedido los espectadores que pagaron entrada.
Ante las quejas y duras críticas a esta empresa en las páginas oficiales del grupo, el guitarrista Gaspar Benegas anticipó cerca de las 23 que si no se solucionaban los problemas, a las 23.30 se liberaría el material, lo que finalmente ocurrió, sin que hasta el momento la empresa haya dado una explicación sobre lo ocurrido e instrucciones para la devolución del dinero.
Lo cierto es que este incidente posibilitó que poco más de 90 mil usuarios se concentraran ante el canal oficial de YouTube de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado para disfrutar de un show de casi tres horas, en el que sonaron 32 canciones.
Desde un imponente escenario montado sobre las ruinas de una zona que quedó sepultada por las inundaciones de mediados de los `80, la banda desplegó un impresionante show, con destacadas versiones y un repertorio pensado para fans de distintas épocas.
Ocurre que el combo conformado por Benegas y Baltasar Comotto, en guitarras; Pablo Sbaraglia, en teclados: Fernardo Nalé, en bajo; Ramiro Naguil, en batería; Miguel Tallarita, en trompeta; Sergio Colombo, en saxo; y Luciana Palacios y Déborah Dixon, en coros; repasó gran parte de la discografía solista del Indio, echó mano a algunos clásicos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y hasta rescató algunos incunables de los inicios de la legendaria banda.
Así sucedió con “Rock de las abejas”, “Qué mal celo”, “Pura suerte” y “Un tal B.B.”, cuatro recordadas piezas para los fans de la primera hora de Los Redondos, que se repartieron en las voces de Sbaraglia, Comotto, Benegas y Dixon, respectivamente.
También hubo espacio para clásicos como “Semen up”, “La parabellium del buen psicópata”, “Juguetes perdidos”, “Mariposa Pontiac/Rock del país” y “La dicha no es una cosa alegre” y “Cruz diablo” –con un guiño a “The End”, de The Beatles-, entre otros.
Y por supuesto hubo un largo recorrido por la carrera solista del Indio, con parada en todos sus discos menos en el mencionado “El ruiseñor, el amor y la muerte”, que el grupo decidió no tocar debido a que no llegó a ser presentado en vivo en la voz del líder.
Todo esto en destacadas versiones que dieron cuenta de una formación en un elevado nivel interpretativo, capaz de combinar con maestría intensidad sonora, potencia y sutilezas.
En tanto, el desafío más grande a priori para este combo aparece en el hecho de tener que reemplazar a la voz de su líder, lo que resuelve con solvencia con la participación de todos sus integrantes, aunque con mayor protagonismo de Benegas, Sbaraglia, Comotto y las coristas.
Sin embargo hubo distintos pasajes en los que el lucimiento vocal recayó sobre Colombo, y hasta Tallarita y Nalé se animaron a este protagonismo en “Beemedobleve” y “Un poco de amor francés”, respectivamente.
Las coristas también tuvieron su momento de lucidez personal en “Una rata muerte entre los geranios”; “Héroe del whisky”, en el caso de Dixon; y “¿Por qué será que Dios no me quiere?”, en el de Palacios.
Desde un imponente escenario montado sobre las ruinas de una zona que quedó sepultada por las inundaciones de mediados de los `80, la banda desplegó un impresionante show.
Aunque los clásicos del Indio como solista fueron apareciendo a lo largo del show, sobre el final se concentraron algunos de los números más fuertes con “To beef or not to beef”, “Flight 956”, “Pabellón Séptimo” y el infaltable cierre con “Ji Ji Ji” que, de acuerdo a los comentarios que iban poniendo en simultáneo los usuarios, provocó “el pogo virtual más grande del mundo”.
Dirigido por Matías Mera, el video del show presentó algunas imágenes en pleno crepúsculo de las ruinas que provocaron en esa zona las inundaciones, tal vez como puente dialéctico con el desastre ecológico ocurrido este verano a partir de los incendios en la Patagonia.
En tal sentido, el grupo aspiraba a que lo recaudado por la venta de entradas del show sea destinado a paliar los apremios económicos de los pobladores de esa región, pero el incidente con la plataforma Ticketek y el consecuente hecho de que el show haya sido liberado abre un interrogante en torno a cómo se implementará esta ayuda.
Más allá de esto, los amantes de la obra del Indio, de Los Redondos y del rock en general podrán darse por ahora más que satisfechos por lo visto y escuchado la madrugada del domingo en un concierto que aún podrán repasar debido a que todavía está disponible en el canal oficial del grupo. Claro que la dicha será completa cuando “el pogo más grande del mundo” dejé algunos moretones en la piel como “trofeo de guerra”.