Cristina Kirchner y Axel Kicillof compartieron un emotivo homenaje a Abuelas de Plaza de Mayo tras semanas de tensión política.
Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof se reencontraron públicamente durante un acto homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo en su 47° aniversario. El evento, realizado en el Teatro Argentino de La Plata, fue el primer encuentro entre ambos dirigentes desde que el gobernador bonaerense evitara apoyar la candidatura de la expresidenta para liderar el Partido Justicialista (PJ).
La presencia de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, sirvió como puente entre Cristina y Kicillof, quienes compartieron primera fila junto a la histórica referente de derechos humanos. En medio de aplausos y cánticos de apoyo, ambos dirigentes dejaron entrever señales de distensión, aunque la interna política sigue latente.
Durante el acto, los nietos recuperados Manuel Gonçalves y Leonardo Fossati guiaron la ceremonia, destacando el legado de las Abuelas. El clima festivo y afectuoso hacia la causa se sintió desde la llegada de Cristina al teatro, donde el público entonó «¡Cristina presidenta!» y coreó consignas en honor a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La escena más significativa se dio cuando Cristina y Axel, junto con Estela de Carlotto y Taty Almeida, se unieron a los cánticos del público al grito de: «¡Madres de la Plaza, el pueblo las abraza!». Ambos dirigentes se pusieron de pie y saludaron a los asistentes, en un gesto que buscó transmitir unidad en medio de las diferencias políticas recientes.
Carlotto y su mensaje: «La unidad es imprescindible»
En su discurso final, Estela de Carlotto llamó a la unidad en un mensaje que pareció dirigido tanto al público como a los propios dirigentes. «¿Pensamos distinto? No importa. Lo importante es unirnos en lo que compartimos», expresó. Además, remarcó: «Mientras pasamos lo malo, hagamos lo bueno».
Carlotto no evitó lanzar una indirecta que resonó entre los presentes: «Quienes gobiernan hoy no quieren que sigamos haciendo esto. Qué susto se habrán llevado al vernos aquí juntos». Para cerrar, destacó la importancia de la presencia de Cristina y Axel en el acto, lo que generó una ovación del público.
Cristina y Kicillof tomaron la palabra
Tras el discurso de Carlotto, tanto Cristina Kirchner como Axel Kicillof subieron al escenario y dedicaron palabras a los presentes. La expresidenta recordó a Néstor Kirchner, evocando los años de militancia en La Plata: «Cuando veo a los nietos recuperados, lo veo a él en cada uno de ustedes», afirmó.
Cristina también subrayó la importancia de la memoria: «Los que quieren que olvidemos lo que pasó buscan robarnos el futuro. No lo vamos a permitir».
Por su parte, Kicillof agradeció a Estela y a todas las Abuelas y Madres: «Estamos celebrando los 47 años de Abuelas en un teatro que recuperamos de la desidia de la derecha», expresó, en una crítica indirecta al gobierno nacional.
El gobernador cerró su intervención con las consignas: «Memoria, Verdad, Justicia. Fueron 30 mil. Hasta la Victoria».
La interna en el PJ: ¿Tregua o paso hacia la unidad?
El acto en La Plata fue el primer encuentro entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof tras las tensiones desatadas por la candidatura de la expresidenta a la presidencia del PJ. Kicillof había generado sorpresa días atrás al no brindarle apoyo explícito, cuestionando sus «métodos» de conducción.
En un intento por posicionarse por encima de la disputa, el gobernador publicó un comunicado en el que llamó a la unidad para enfrentar los desafíos actuales. «Quintela no es mi candidato», afirmó, en referencia al gobernador riojano, pero aclaró que atacar a su compañero sería un «gran error».
El mensaje final de Kicillof buscó mantener una posición conciliadora, afirmando que «Cristina está en su corazón» y pidiendo unidad para fortalecer al movimiento peronista.
Un cierre simbólico con la mirada en el futuro
El acto finalizó con los discursos de Carlotto y las palabras de agradecimiento de los dirigentes. La imagen de Cristina y Axel juntos, pese a las diferencias, envió un mensaje de unidad hacia dentro del peronismo. El aplauso final marcó el cierre de una jornada donde la memoria y la política se entrelazaron, recordando que la lucha por los derechos humanos sigue vigente.