Los hoteles en distintas regiones comienzan a poblarse de turistas locales, los vuelos internos muestran un repunte y las autopistas se colman de automovilistas en busca de destinos naturales, un proceso que se inició con el fin de la cuarentena en el gigante asiático.
Los hoteles en distintas regiones de China comienzan a poblarse de turistas locales, los vuelos internos muestran un repunte y las autopistas se colman de automovilistas en busca de destinos naturales, un proceso que se inició con el fin de la cuarentena en el gigante asiático y que es mirado con atención por el sector turístico internacional.
Los datos de un informe de la China Tourism Academy ratifican este movimiento turístico: el tráfico aéreo está a niveles del 50% respecto de 2019 en demanda interna, con una recuperación de descargas de aplicaciones de aerolíneas y búsquedas de vuelos.
La ocupación hotelera en la china continental alcanzó en el mes de marzo casi un 32%, en comparación con un 7% de febrero, motorizado por los viajes corporativos, en muchos de los casos dentro de la misma provincia.
Pero en lo que respecta a los establecimientos económicos, como los del grupo Altur, con más de 300 hoteles en toda China, estos niveles de ocupación ascienden al 70%.
La excepción es la ciudad de Beijing, que es la única urbe que obliga a los visitantes a realizar cuarentena, por lo que la ocupación allí está dada por personas alojadas en los hoteles para cumplir con esta medida.
En tanto, hubo un marcado incremento en el desplazamiento por autovías, con 42 millones de movilizados en autos durante el mes de abril, que coincidió con una festividad nacional.
Un testigo directo, desde Shangái
El español José Sánchez, desarrollador de negocios de Dragon Trail Interactive, agencia de marketing digital que provee soluciones tecnológicas para industrias turísticas, es testigo directo de este desperezamiento del turismo en China, país donde vive y trabaja desde hace dos décadas.
En una videoconferencia organizada por InverTur sobre las «lecciones prácticas» de la experiencia china para el sector turístico, Sánchez, que vive en Shangái, ofreció una serie de claves para explicar esta «nueva normalidad».
«A principios de marzo nuestra compañía, que tiene un enfoque 100% de turismo, 100% digital y 100% chino, realizó más de 1.100 encuestas a turistas chinos para poder conocer la repercusión del coronavirus en sus planes de viajes», explicó.
Lo que reveló la encuesta fue que los turistas jóvenes, los millennials, son «los que creen que se va a recuperar antes, y son precisamente los que tienen un presupuesto mayor reservado para el viaje en el futuro», precisó Sánchez.
Para el especialista, y de acuerdo a los datos recogidos, no se tratará de un «boom turístico», sino lo que definió como «olas de recuperación».
«La primera comenzará en mayo, donde en unas vacaciones de cinco días la primera semana los chinos harán turismo nacional, mientras que la segunda ola se dará en los meses de verano, a sitios internacionales cercanos, como Tailandia, Corea del Sur, o Japón», explicó.
La tercera ola se puede situar entre el «Golden Week, la fiesta nacional de octubre, hasta el Año Nuevo Chino.
También han cambiado las prioridades, detectándose que el turista chino va a buscar sitios que no estén concurridos, en la naturaleza, resorts y lugares de tranquilidad y que la familia pasa a ser un sujeto principal en los viajes.
«Quieren aprovechar cada oportunidad que tengan para viajar con sus seres queridos, ahí sí que vamos a asistir a un boom, el del turismo familiar», subrayó.
La población de los llamados «adultos mayores» van a buscar «un turismo de bienestar y salud que antes el turista chino no buscaba en sus viajes, sobre todo en el extranjero».
Entre las preocupaciones, la seguridad en materia sanitaria ocupa el primer lugar, seguida por las de índole económico que complique las realización de viajes.
Sánchez destacó que un 43% respondió que quiere viajar entre los meses de mayo y julio, y que «el coche y la tendencia de alquilarlo va a ser lo más utilizado, porque ahora mismo no es seguro subirse a un avión ni a un tren, que están muy concurridos»
«El turismo nacional, y sobre todo cercano a la ciudades, va a ser lo que comience a recuperarse más rápido», enfatizó.
Todas estas claves «que se pueden transpolar a los viajeros de cualquier lugar del mundo», va a repercutir en «una enorme transformación del sector, donde veremos una mayor digitalización, reorganización y creatividad».
Y como conclusión, enumeró seis lecciones para el sector: «Ser claros con la política de cancelación; compartir las acciones de responsabilidad social corporativa; comunicar las medidas de higiene y saneamiento; facilitar la fidelización; buscar nuevos modelos de negocios; y buscar nuevas audiencias».
Fuente: Télam