El hecho ocurrió ayer, cuando su abuela, la propia sospechosa llevó a la víctima, identificada como Ana María Patiño Fabro, hasta el hospital Finochietto, de dicho partido de la zona sur del conurbano, al que la beba ingresó muerta.
Una bebé de tres meses fue asesinada, presuntamente por estrangulamiento, en su casa del partido bonaerense de Lomas de Zamora y por el homicidio detuvieron a su abuela materna, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho ocurrió ayer, cuando la propia sospechosa llevó a la víctima, identificada como Ana María Patiño Fabro, hasta el hospital Finochietto, de dicho partido de la zona sur del conurbano, al que la beba ingresó muerta.
Según las fuentes, los médicos constataron que la víctima presentaba lesiones en el rostro y en el cuello, las cuales eran compatibles con un mecanismo de asfixia, por lo que alertaron a la Policía.
Tras la denuncia, intervinieron efectivos de la comisaría 10ma. de Ingeniero Budge y la fiscal Marcela Juan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas de Zamora, que se trasladaron hasta el domicilio donde residía la beba, en la calle Guaminí al 1000 de esa localidad.
Las fuentes policiales informaron a Télam que luego de entrevistarse con vecinos y otros testigos, la fiscal dispuso la aprehensión de la abuela de la víctima, de 51 años, quien quedó acusada del delito de «homicidio agravado».
A su vez, los pesquisas aguardaban esta tarde los resultados de la autopsia al cuerpo de la bebé para confirmar si fue estrangulada, añadieron los voceros.
En tanto, los peritos de la Policía Científica realizaron distintas diligencias en el domicilio de la víctima.
Por su parte, vecinos de la víctima se reunieron esta tarde frente a la vivienda en reclamo de justicia y con pancartas con la imágenes de la beba y de la abuela aprehendida.
«Era solo una bebé» y «sinvergüenza asesina», se podía leer en dos de esas pancartas.
En ese contexto, al menos tres mujeres del barrio apuntaron, además, contra la madre de la bebé asesinada, que también tiene otra hija pequeña y ayer, tras conocerse el crimen de Ana fue agredida por otros manifestantes.
«La chica no me inspiraba confianza», relató a Crónica TV, Sebastiana, quien dijo que la madre y la abuela de la víctima también se peleaban entre sí y que tapaban esos ruidos con «la música alta».
Mientras que Jorge, una expareja de la madre de Ana, señaló que a la joven «no le importa nada» y que consume en exceso drogas y alcohol.