Los operadores e inversores entienden que el recorte adicional de bombeos en el Golfo Pérsico y el retraso del dólar, trazará una curva de precios ascendente hasta el primer trimestre del año.
El precio del crudo subió ayer martes por séptima jornada consecutiva hasta alcanzar niveles máximos desde enero del 2020.
El precio de la variedad WTI ganó 0,7% y cerró a 58,40 dólares, al tiempo que el tipo Brent subió 1% hasta 61,14 dólares, según datos proporcionados por la agencia Bloomberg.
Estas alzas se justifican en la medida que los recortes de suministros de grandes países exportadores y el optimismo sobre la recuperación de la demanda de combustible ofrece un respaldo a los mercados de energía.
El dólar perdió un 0,4% contra una canasta de monedas, también influyó haciendo más atractivos los precios de las materias primas para los inversores fuera de Estados Unidos.
Arabia Saudita está reduciendo su suministros para febrero y marzo, a razón de un millón de barriles diarios, además de los recortes de el resto de los productores de la OPEP, lo que ha derivado en proyecciones de un déficit de petróleo este año.
Pero los analistas no creen que los precios puedan mantenerse al alza por mucho tiempo ya que la incorporación a la producción a pleno de algunos países como Irán, o Libia, supondrán una suba en la oferta, al tiempo que la vuelta a la actividad de los no convencionales, agregará más suministros.