Esta semana, el jefe de Estado abrazó el discurso K: fustigó a Macri, criticó a los medios y avanzó con la reforma de la Corte.
Con la desgarradora interna del Frente de Todos de fondo y algunos gestos de paz, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina se mostrarán juntos hoy en el acto por los 100 años de YPF, tras no verse desde el pasado 1 de marzo cuando el primer mandatario abrió el período de sesiones ordinarias del Congreso.
Todas las miradas, así como las cámaras de televisión, las de fotografías y los celulares apuntarán al escenario de Tecnópolis, hoy desde las 17. Las expectativas por el reencuentro después de 90 días de distancia y críticas cruzadas, no pueden ser más.
A pesar del «debate de ideas» como ella prefiere decirle a la durísima disputa con la persona que eligió para presidente de la Nación, el encuentro de hoy es resultado de una serie de gestos que ambos -y sus entornos- dieron en los últimos días.
Tiempos de paz
Desde hace varias semanas la vicepresidenta se llamó al silencio. O al menos no hubo cartas críticas ni tuits irritantes. De hecho, en mayo tuiteó solo tres días: el 6 cuando recibió el título Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral. Fue entonces cuando dijo que con Alberto mantiene un «debate de ideas» no una «pelea», y aprovechó la ocasión para fustigar a la Corte de Justicia y a la oposición política. El 8 de mayo apuntó sus dardos en la red social del pajarito al diario Clarín. Y el miércoles 25 volvió a Twitter tanto por la fecha patria como por el 19§ aniversario de la asunción de su fallecido esposo Néstor Kirchner a la presidencia, en 2003. Así, en el último mes, ya no volvió a decirle a Alberto que tener el bastón y la banda «no significa que tengas poder» (dicho en un acto el 13 de abril), ni a fustigar a Alberto y a su ministro de Economía, Martín Guzmán, por el acuerdo firmado con el FMI -motivo que desencadenó la grieta en el oficialismo- ni ningún otro cuestionamiento.
Del lado del Jefe de Estado, después de algunas respuestas indirectas a los petardos que recibió del kirchnerismo, en las últimas dos semanas abrazó el discurso que endulza los oídos de Cristina: el 25 de mayo convocó a la unidad del Frente de Todos de cara a las elecciones de 2023. El martes último llamó «ladrón de guante blanco» al expresidente Mauricio Macri, a quien Cristina aborrece. Al día siguiente acusó a los medios -otros «enemigos» de la vice- de «intoxicar a los argentinos». Y ayer, después de confirmar que compartirá con Cristina el acto por los 200 años de YPF, se reunió con 17 gobernadores peronistas con quienes acordó impulsar un proyecto para que la Corte Suprema de Justicia esté integrada por 25 miembros. El proyecto es uno de los que más desea Cristina Kirchner para licuar el poder de los actuales cuatro integrantes (son cinco, pero un sillón está vacante), quienes tienen pendientes varias causas en las que ella está procesada, al igual que sus dos hijos, Máximo y Florencia.
En síntesis, hoy a las 17 celebrarán juntos el centenario de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales, en un lugar simbólico para el kirchnerismo: el CCK.