El mandatario ingresó poco antes de las 11 al Sanatorio Otamendi, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, para realizarse los estudios que determinarán su situación de salud y los pasos a seguir.
El presidente Alberto Fernández se sometía esta mañana a «controles endoscópicos correspondientes», luego del episodio en el que se descompensó producto de una gastritis erosiva que lo llevó a tener que realizarse estudios en la ciudad indonesia de Bali.
El mandatario ingresó poco antes de las 11 al Sanatorio Otamendi, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, para realizarse los estudios que determinarán su situación de salud y los pasos a seguir.
«El señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández, se realizará los controles endoscópicos correspondientes el día Sábado 19 de Noviembre del corriente año, luego de haber padecido un sangrado digestivo por una gastritis erosiva», había indicado la Unidad Médica Presidencial.
En un escueto comunicado, Presidencia precisó: «Se mantendrá informada a la opinión pública de la evolución médica de la salud del Primer mandatario«.
Días atrás, en el marco de la Cumbre Global del G20, el mandatario padeció un episodio de hipotensión y mareos, por el que debió ser trasladado en una ambulancia al hospital General Sanglah. Allí, tras realizarse una serie de estudios y controles médicos, fue diagnosticado con una gastritis erosiva con signos de sangrado. “Fue un mal momento, tuve un problema que arrastro hace muchos años pero nunca se había manifestado de esa forma”, relató el presidente en declaraciones radiales.
“El estrés y los nervios tienen mucho que ver y los médicos me pidieron que pare un poco”, agregó.