Se acumula una baja del 21% de la demanda en el primer cuatrimestre del año, en relación al mismo período en 2019.
El Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, informó que, el consumo a nivel nacional sufrió un desplome interanual en abril de 22,4%.
El Indicador Mensual de Consumo representó además una baja intermensual desestacionalizada del 4,8% respecto de marzo. La merma acumulada en el primer cuatrimestre del año fue del 21% respecto del mismo período en 2019.
El mes de abril corresponden al impacto directo en el consumo del primer mes completo de cuarentena y el más estricto en todo el país. Vale la pena recordar que el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio abarcó solo los últimos diez días de marzo.
Existen consultoras privadas que ya pronostican la mayor recesión de la historia argentina, a pesar que muchas provincias han pasado a etapas más avanzadas y con menores restricciones de circulación y de actividad, las perspectivas no son de lo más optimistas.
En el ITE avizoran un repunte muy tímido, de la mano de la flexibilización de la cuarentena y de la incertidumbre por el futuro en los hogares.
«Es esperable que el consumo continúe mostrando una importante retraída respecto de 2019. La flexibilización de la cuarentena podría, sin embargo, atenuar la baja», expresa el reporte.
Evolución de los precios
Para ITE, durante el mes de abril los precios de venta al consumidor mostraron una suba interanual del 44,3%, con una variación mensual con estacionalidad del 0,7%.
Otras consultoras privadas calculan cifras similares a la de esta entidad. Los datos oficiales de consumo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para abril de hecho indicaron una variación mensual del 1,5% respecto de marzo y del 45,6% en relación a abril de 2019.
Las mayores alzas se dieron en el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 3,2% mensual en promedio, seguido de las Bebidas alcohólicas y el tabaco con 1,4%. Los principales aumentos se observaron en rubros con un alto componente estacional como Frutas y Verduras, tubérculos y legumbres. También se observaron alzas en Carnes y derivados; Azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc.» indicó al respecto el INDEC.
También se registraron reducciones de precios en los rubros Educación y Comunicaciones –esta última, producto de la retracción en los precios de planes prepagos de telefonía celular y telefonía ya registrado a ¬mes de marzo- mientras que algunos rubros como el de prendas de vestir, calzado y restaurantes permanecieron cerrados para gran parte del relevamiento.
La caída sector por sector
El informe del ITE destaca también que la venta de autos nacionales cayó un 79,1% anual.
Por otra parte al CAME – Cámara Argentina de la Mediana Empresa – informó que, las ventas minoristas se contrajeron un 57%, con bajas en todos los rubros. Por otro lado, el IVA Neto bajó un 14,2%, en un contexto donde la recaudación tributaria creció significativamente por debajo de la inflación», continúa el documento.
«Las importaciones habrían registrado una baja cercana al 8,6% respecto del mismo mes de 2019. Finalmente, el crédito real en pesos continuó mejorando respecto de los meses previos, aunque cayó un 7%», señala.
A esta baja general, la CAME a principio de mes le había sumado un dato muy interesante: mientras en los rubros esenciales (Alimentos y Bebidas, Farmacias, y Ferreterías) la demanda tuvo una merma del 31% interanual, en el resto tuvo una baja promedio de 75%.
La entidad dijo que, «El 94,5% de los comercios pymes relevados tuvieron declives en sus ventas y no cubrieron sus costos operativos«.
«Incluso si al resto se le quita Neumáticos y repuestos (-63,1%) y Librerías y Jugueterías (-67,6%) donde se observaron más locales abiertos, el desplome de los demás fue de 80% anual», añadieron en base a una medición de 1100 comercios de todo el país, relevados entre el miércoles 29 de abril y el sábado 2 de mayo.
«Las ventas volvieron a estar marcadas por la restricción de circulación de gente que generó la cuarentena. Si bien con el correr del mes se fueron flexibilizando rubros, sobre todo en la modalidad online, no alcanzó para amortiguar el drástico derrumbe», concluyó la entidad empresaria.
También, es sabido, durante la cuarentena muchos consumidores se vieron forzados o motivados a cambiar sus hábitos de compra, generando nuevas oportunidades para algunas empresas y perjudicando a otras.
En este aspecto, también la CAME pudo relevar que incluso para los comercios que intentaron abrir o vender de manera online o telefónica y a puertas cerradas, «tuvieron serios problemas de abastecimiento y faltas de precios de referencias, con algunos proveedores que comenzaron a pasar los precios con subas importantes o en dólares».