El ministro de Gobierno de la Provincia, Ricardo Villada, confirmó que mañana se reunirá el Comité Operativo de Emergencia (COE) para analizar incentivos para fomentar la vacunación en Salta.
Una de las propuestas es que al habilitar la actividad de los eventos sociales, en salones o a través de prestadores, se exija que las personas puedan participar acreditando la aplicación de la vacuna contra el coronavirus. La idea es adoptar el mecanismo que se fijó para las salas de casinos a fines del mes pasado. La otra alternativa es tomar una medida idéntica con los clubes deportivos.
Villada no descartó que en la reunión de mañana surjan otras propuestas que vayan en esa sintonía. Admitió que le preocupa al Gobierno que haya gente que no concurra a los centros de vacunación. «Se dio vuelta la situación: antes faltaban dosis y ahora sobran», enfatizó el funcionario.
Prohibir el uso de las unidades de Saeta a las personas que no están vacunadas sonó en el diálogo del COE, pero luego se descartó ya que la normativa actual no categoriza a la vacuna como obligatoria. Y el transporte público es un servicio básico.
«Necesitamos que todos estén vacunados, por eso trataremos de establecer algunos incentivos», remarcó Villada. Comentó que desde el Gobierno se tomaron acciones como convenios con Osprera y Uatre para la vacunación de los trabajadores del campo.
Sobre el faltante de segunda dosis de Sputnik V, afirmó que se tienen en cuenta tres aspectos: la autorización del Instituto Gamaleya sobre la producción en Argentina y la verificación de calidad; la espera de llegada de vacunas desde Rusia, y el resultado de la efectividad de pruebas que se hicieron en Buenos Aires sobre la aplicación de una dosis de otro laboratorio.
Por su parte, ante la confirmación del primer paciente positivo con la variante Delta de COVID–19 en Salta, el médico infectólogo Antonio Salgado manifestó su preocupación y planteó que debería haber «urgente» un cambio de estrategia en el intervalo entre la primera y segunda dosis, principalmente de la vacuna AstraZeneca, y así inmunizar a la mayor cantidad de personas posible. Sucede que el tiempo es crucial ya que los especialistas estiman que en un mes habrá circulación comunitaria de la variante Delta en el país.
«Habiendo disponibilidad como la hay, creo que se debería cambiar el intervalo de vacunación y aplicar segundas dosis de AstraZeneca a los 30 días», dijo Salgado, citando a la patóloga argentina Marta Cohen. Comentó que la especialista considera vetusto mantener el intervalo de 60 días porque se sabe que los anticuerpos protectores aparecen después de los 14 días de la segunda dosis, por lo que una persona estaría protegida para la variante Delta recién a partir de los 74 días de aplicarse la primera dosis.
Para el especialista salteño la recomendación de poner tantas primeras dosis como fuera posible surgida en marzo pasado «era la adecuada para ese momento» y no para ahora con la llegada de Delta, la variante que seguramente será prevalente en los próximos meses en la Argentina. «Yo cambiaría la frase a poner tantas segundas dosis como fuera posible porque está claro que la variante Delta responde a dos dosis de vacuna, cualquiera fuese, no una», manifestó.
Sobre la falta de segundas dosis como la Sputnik V, Salgado insistió en que el Gobierno provincial debería pasar a la intercambiabilidad de vacunas y con respecto a la vacunación de los menores de 18 años con conmorbilidades pidió que se los vacune con urgencia.