Barrio La Loma: La iglesia fue víctima del cuarto robo en menos de un año, sin embargo, esta vez el hurto no se concretó debido a que el sacerdote se defendió a las piñas y golpes del hombre que ingresó a robar.
Un cura salteño fue el protagonista en un insólito y violento hecho de inseguridad en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de barrio La Loma de la ciudad. Dicha iglesia fue víctima del cuarto robo en menos de un año, sin embargo, esta vez el hurto no se concretó debido a que el sacerdote se defendió a las piñas y golpes del hombre que ingresó a robar.
El violento intento de robo ocurrió este miércoles en la madrugada, cuando el sacerdote salteño se encontraba en su cuarto dispuesto a descansar. Allí según su propio testimonio, escuchó ruidos que provenían de la entrada de la casa parroquial. Alertado frente a los anteriores robos sufridos, el padre Juan Eduardo Jotayan se dirigió en silencio hacia la cocina y al prender la luz, descubrió a un joven dentro, que ya había roto las rejas y la puerta de entrada.
Allí se dio un inesperado enfrentamiento entre el vicario y el joven que tendría unos 25 años. El cura relató que se trenzaron a golpes de puño “nos agarramos a trompadas limpias”, señaló. El ladrón golpeó en reiteradas veces al padre en el rostro y las costillas y hasta llegó a aflojarle una muela. Sin embargo, cuando la pelea parecía ganada, el encargado de la parroquia salteña logró defenderse.
El vicario salteño narró que le partió una silla en la espalda al joven ladrón y que, tras no lograr tumbarlo, tomó otra y se la partió en la cabeza. Allí el delincuente cayó al suelo y el cura aprovechó para correr a su cuarto y buscar nada menos que un rifle de aire comprimido que guardaba de un hermano gendarme fallecido.
El audaz padre regresó al lugar del “ring” en la casa parroquial y apuntándole a la cabeza con el rifle le dijo: “Si no te vas te perforo la cabeza”, comentó. En ese momento según indicó el vicario, el joven que tenía por fin robar en la iglesia estaba desorientado, producto de los golpes recibidos y seguramente de ver el accionar poco convencional del líder del templo, que lejos de aceptar el robo, decidió darle batalla al malhechor.
Allí el joven huyó por las escaleras y salió de la casa por la zona de la cancha. El cura salteño indicó que se aseguró que se haya ido y lo dejó escapar. Producto del fatal enfrentamiento, Jotayan debió ser asistido por un médico y posteriormente realizó la denuncia en la comisaría de Gran Bourg.