B° Siglo XXI: Los malvivientes no solo entraron a robar sino que decidieron prender fuego un depósito donde se guardaban colchones, electrodoméstico y también mercadería con la que se alimentaba a chicos de la zona.
Una negrura total. Así quedó el interior de una casa en el barrio Siglo XXI de la ciudad de Salta, donde malvivientes no solo entraron a robar sino que decidieron prender fuego un depósito donde se guardaban colchones, electrodoméstico y también mercadería con la que se alimentaba a chicos de la zona.
Esta situación ocurrió en un inmueble de la manzana 361C, lote 1, donde funciona una iglesia evangélica la cual, a su derrotero de robos y visitas de ladrones, ahora se suma la pena de haber perdido las cuchetas y las camas que usaban para “campamentos” con los chicos de su escuela, como así la comida que cocinaban para repartir en su comedor.
Omar es uno de los damnificados quien, en diálogo con Multivisión Federal, relató que fue mediando las 5.30 y 6.00 horas de este martes cuando vecinos lo llamaron avisándole que había fuego. Al sitio llegó personal de Bomberos y de la Policía para realizar las tareas se sofocamiento, pero lamentablemente las llamas consumieron todo lo que encontraron en este depósito.
“Entraron por la ventana, rompieron la reja, sacaron el inodoro y la pileta del baño, hay cosas que parece que no se pudieron llevar, entonces decidieron quemarlas”, resumió Omar indicando que el incendio arrasó con camas, heladeras, frezzers, televisores, además de la comida.
Penosamente no es la primera vez que sufren los ladrones, en los últimos meses tuvieron cerca de dos robos. Inclusive hace unos días repararon unas rejas para que los malvivientes no volvieran a aparecer pero sin éxito, porque ahora volvieron a robarles, con el condimento de quemarles todo.
“Lo principal es que ninguna persona, ningún bombero o policía, se quemó”, rescató al menos Omar quien dijo que, pese a los trabajos de los socorristas, todo quedó reducido en cenizas. También lamentó los perjuicios que esto causará a los 60 chicos que les dan de comer. “También había ropa que le damos, son chicos necesitados y bastante carentes”, comentó.