Los anuncios fueron realizados por el presidente Alberto Fernández, en su primera actividad oficial tras retornar de la gira internacional.
A pocos días del inicio del ciclo lectivo 2022, el presidente Alberto Fernández, quien estuvo acompañado por la ministra de Salud, Carla Vizzotti y el ministro de Educación, Jaime Perczyk, presentó desde Casa Rosada el nuevo protocolo «Aula Segura».
Los anuncios se hicieron después del cierre de una reunión conjunta de los consejos federales de Salud y de Educación, en el que participaron representantes de ambas áreas, de las 24 jurisdicciones del país.
Entre los puntos destaca que si bien se mantendrá el uso del barbijo desde el nivel primario en los espacios cerrados, a diferencia de lo anunciado por las autoridades de CABA que lo exigen desde tercer grado. Y la novedad es que se eliminarán las burbujas en las aulas. También habrá modificaciones en los tiempos de aislamiento. En casos de sospecha y positividad, desde el Ministerio de Salud aclararon que «no implica necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales».
Las autoridades precisaron que se recomienda el aislamiento ante la presencia de síntomas o malestar general, positivos de COVID-19 o contacto estrecho con un caso confirmado y que no cuente con la vacunación completa.
Se informó además que los colegios recabarán la información sobre la vacunación de la comunidad educativa tanto contra el coronavirus como de las otras dosis que integran el calendario nacional.
El protocolo se aprobó de cara al comienzo del próximo ciclo lectivo, previsto para el 2 de marzo en la mayoría de las provincias, en el contexto de la pandemia de COVID-19, con el objetivo de garantizar 190 días de clase con presencialidad plena y continua.
En ese marco, Fernández -en su primera actividad oficial tras retornar ayer de su gira por Rusia, China y Barbados– afirmó que «somos sobrevivientes de una pandemia que se llevó la vida de más de 100.000 argentinos y de millones de la humanidad».
«Hoy estamos dando un paso importantísimo porque estamos dejando de lado cualquier diferencia ideológica y estamos mirando al futuro, dándoles a los jóvenes lo que más necesitan: educación y salud», y esto «nos impone un deber ético y moral que es construir un mundo mejor», señaló.
Una tarea compleja
Al recordar las dificultades de los tiempos de pandemia, evaluó que «la tarea que nos queda por delante es compleja, porque tenemos que recuperar el ánimo y volver a llevar a cada chico a la escuela», y por eso pidió que «dejemos de lado cualquier diferencia partidaria y hagamos todo el esfuerzo que tengamos que hacer de modo mancomunado».
«La normalidad tiene que volver a existir en los colegios y tenemos que volver a llevar a quienes se alejaron al lugar donde, estudiando, están forjando su futuro», finalizó.