El Papa Francisco en la audiencia general de los miércoles, expresó «el racismo es un pecado» interviniendo en el caso de la muerte del afroamericano George Floyd, que está inflamando a Estados Unidos.
«No podemos tolerar ni cerrar los ojos sobre cualquier tipo de racismo o exclusión, y pretender defender la sacralidad de toda vida humana. Al mismo tiempo debemos reconocer que la violencia de las últimas noches es autodestructiva y autolesiva.«
En la audiencia general dijo, «Nada se gana con la violencia, sino que mucho se pierde».
Francisco saludó en streaming, desde la biblioteca del Palacio Apostólico-, «Queridos hermanos y hermanas de Estados Unidos – sigo con gran preocupación los dolorosos disturbios sociales que están ocurriendo en su nación en estos días, tras la trágica muerte del señor George Floyd«. Francisco se unió a las plegarias por el descanso del alma de Floyd y «de todos los otros que perdieron la vida debido al pecado del racismo».