Una a una, las columnas de peregrinos llegan a la Catedral para cumplir con su pacto de fe y pedir a las imágenes protectoras la bendición y la ayuda para seguir adelante.
La emoción y las lágrimas vienen siendo parte de una postal que se repite una y mil veces para aquellos que llegan a la Plaza 9 de julio y pueden ver en las peregrinaciones la fe que arranca desde los lugares más lejanos de la geografía provincial.
Una a una, las columnas de peregrinos llegan a la Catedral para cumplir con su pacto de fe y pedir a las imágenes protectoras la bendición y la ayuda para seguir adelante.
Eso es lo que pasó con los peregrinos de Luracatao y Seclantás que llegaron ayer antes del mediodía al centro de la ciudad, provenientes de la parte más alta de los Valles Calchaquíes.
Llegaron con un ánimo y una fortaleza increíble luego de caminar casi una semana por cerros y quebradas.
Alrededor de 600 personas arrancaron el día 7 de septiembre desde la zona de Luracatao y de Alumbre y llegaron hasta La Puerta. Allí hicieron noche y luego caminaron hasta Seclantás, donde se agregaron nuevos contingentes de fieles peregrinos.
Desde allí se fueron sumando entre los parajes escondidos de las quebradas, donde encontraron la humilde ayuda de puesteros que brindaron lo poco que tenían para acompañar a los caminantes en su inquebrantable marcha de fe.
Hubo días de mucho calor y noches de mucho frío, pero nada fue un obstáculo para llegar al destino que los espera cada año en la Catedral Basílica de Salta.
«Agradecidos con el Señor y Virgen»
«Gracias a Dios todos llegaron en excelentes condiciones. Agradecidos con el Señor y Virgen, pero también con todos los que nos ayudaron a llegar. Con los organizadores y el acompañamiento del área operativa de Seclantás, en todo lo que es el sistema sanitario. La verdad fue excelente», indicaron algunos peregrinos luego de llegar hasta las imágenes de los santos patronos tutelares de Salta.
«Queremos agradecer al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Seclantás que nos viene cuidando desde el primer día, igual que a la Policía del pueblo que acompañó con la flota de vehículos de la Municipalidad» señalaron.
A esta ayuda se sumaron también muchos particulares que acompañaron la peregrinación y aportaron lo que estuvo a su alcance para ayudar a los peregrinos. Cocineros, voluntarios de seguridad, gente que aportó con agua y jugos para los caminantes en una acción que se repite en cada punto del Valle de Lerma.
La peregrinación contó también con el apoyo de médicos, enfermeros y de la Municipalidad de Seclantás que puso a disposición toda la flota del parque automotor para el respaldo logístico. «A ellos se sumaron las personas que vinieron acompañando con vehículos particulares, haciendo de apoyo y las familias que en el camino se acercaron con una muestra de solidaridad increíble. La verdad es que todo esto te emociona. La gente más humilde te espera, con un desayuno, con una comida, con un té, con algo fresco, con fruta. La verdad que es impresionante», dijo Mauricio Abán, el intendente de Seclantás que venía en la marcha.
Pumas, en el camino
Personal de la minera Río Mojotoro advirtió sobre la presencia de felinos conocidos como pumas del monte en el sector cercano al denominado Puente Negro, en General Güemes. En ese sentido, pidieron a las autoridades que custodien el lugar, que en estos días es frecuentado por los peregrinos que se dirigen a la Catedral de Salta para celebrar el Milagro.
Según relató el personal, los felinos salían del interior de un túnel que pasa por debajo de las vías, un paso obligado para los fieles locales en su ruta hacia el Milagro.
Los peregrinos de Güemes, Campo Santo y El Bordo comenzaron su peregrinaje ayer a la tarde y tienen previsto llegar hoy al mediodía.