Optime Prime ya no estará en Campo Quijano. Megatron correrá la misma suerte en pocos días. Las creaciones escultóricas de Germán Carrizo ya no estarán en el acceso de esta localidad por la ruta 51.
Las esculturas del artista Germán Carrizo son desarmadas de la vereda donde le daban la bienvenida a quienes visitaban el pueblo. Se habían convertido en un icono de la comunidad.
Optime Prime ya no estará en Campo Quijano. Megatron correrá la misma suerte en pocos días. Las creaciones escultóricas de Germán Carrizo ya no estarán en el acceso de esta localidad por la ruta 51.
Desde el 2016 los dos Transfomers daban la bienvenida a los visitantes. Las imponentes esculturas están confeccionadas con material reciclado de la chatarra de talleres mecánicos, o los retazos de algún rodado desarmado.
El artista y folclorista autor de estas obras, entre otras del mismo tamaño, explicó que «los Transformers fueron sacados de este pequeño predio por una razón insalvable» originada en el pequeño negocio que estaba a un costado del espacio donde descansaban las obras artísticas.
«Tengo hasta el 15 de enero para sacar a mis Transformers, después veremos dónde los vamos a ubicar, no sé si en otro lugar de Campo Quijano o en otra parte de la provincia. No hay nada raro detrás de este cambio. Recibí el apoyo de los vecinos y autoridades, pero es un tema personal que me obliga a sacar mis obras de este predio», contó Carrizo.
Los visitantes al ingresar al pueblo observan impávidos cómo las esculturas fueron desarmadas en cuestión de horas. Las criaturas de Carrizo pesan cada una una tonelada y media y alcanzan los 3 metros y medio. Son tan originales las figuras que a la distancia llaman la atención. Aunque el lugar no era el ideal para mostrar las creaciones del artista, fue un esfuerzo personal llevarlas hasta este espacio y luego armarlas.
«Solo buscaba que conocieran mi obra, tengo otras esculturas conocidas, pero los Transformers llamaban la atención por su forma y tamaño», explicó Carrizo. Optimus Prime y su contrafigura Megatron aparecían radiantes y esbeltos en una de las veredas del ingreso principal del pueblo sobre la actual ruta nacional 51. Impresionaba a simple vista. En el negocio del costado, que ya no funciona, en su interior Germán puso a consideración de los visitantes de Quijano un Leónidas de tamaño natural que custodiaba el acceso. También se podían apreciar el duende con barba, otro personaje del universo Transformers, el conocido Bumblebee.
Al Optimus Prime costó un año confeccionarlo con pedazos de chatarra. El trabajo fue arduo en el diseño cuyas partes isométricas daban la forma de la escultura semejante a los conocidos Transformers. Todo tuvo un propósito en aquel momento de ideas. El parque temático de las obras del artista Germán Carrizo, esa fue la idea principal. Un desliz económico típico de estos tiempos terminó con el negocio familiar, y el predio de los Transformers. Los avatares de la cotidianidad llegaron a darle el adiós a estas esculturas que están siendo trasladadas a los talleres de Carrizo.
El artista no pierde la ilusión de lograr su sueño de un parque temático con todas sus obras creadas en estos años. Cada una tiene una impronta que refleja el ingenio de su autor. A pesar de este percance que le hace perder tiempo y oportunidades, sigue creando obras variadas.
Entre tanto, Optimus Prime, Megatron y Bumblebeee deberán esperar por otro predio, quizás con mayor superficie para ser mejor apreciados en 360 grados.