El proceso, sin el principal acusado fallecido, hermano de Carlos y Adrián, reaviva una causa que lleva ocho años sin sentencia y concentra alta expectativa social en Salta.
En la jornada inicial del juicio por el femicidio de Jimena Salas, los dos hermanos imputados presentes en el banquillo, Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra, negaron su participación en el hecho y comenzaron a responder preguntas de las partes, iniciando el interrogatorio con sus propios abogados defensores. La mujer fue asesinada de más de 30 puñaladas en 2017.
El debate oral se desarrolla en el Salón de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial de Salta, bajo la presidencia de los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano. La Fiscalía Penal, representada por Mónica Poma, Gabriel González y Leandro Flores, sostiene la acusación por homicidio calificado por alevosía, ensañamiento y criminis causa en concurso premeditado de dos o más personas.
Un juicio sin su principal acusado
El proceso se inició sin la presencia del principal imputado, Javier Nicolás “Chino” Saavedra, hallado sin vida en la Alcaidía General un día antes del inicio previsto del debate. La muerte del “Chino” reavivó la causa y obligó a reconfigurar la acusación sobre sus dos hermanos.
El abogado querellante Pedro Arancibia** definió al “Chino” Saavedra como un “psicópata” y cuestionó las pericias informáticas incorporadas a la causa por presuntas inconsistencias en la geolocalización de los teléfonos, al advertir que es posible “dejar el aparato en la casa y estar en la Ciudad Judicial” sin que el sistema registre el desplazamiento.
Por su parte, la defensa de los hermanos remarcó que “las pruebas deben hablar” y que se actuará “con respeto y prudencia” en el proceso, buscando desacreditar las pruebas genéticas y digitales que los vinculan con la escena del crimen.
La voz de la familia de Jimena
Antes del inicio del juicio, el esposo de Jimena, Federico Nicolás Cajal Gauffin, expresó: “Tengo la tranquilidad de saber quién la mató, me hubiese gustado saber el porqué”, en referencia a las pruebas de ADN. Admitió que probablemente “nunca se sepa” la motivación del crimen, pero pidió que se conozca la verdad.
Jimena Salas fue asesinada en enero de 2017 con más de 30 puñaladas mientras sus hijas mellizas de tres años permanecían encerradas en el baño de la vivienda familiar en Vaqueros. Inicialmente tratado como un robo, el caso dio un giro en 2022 tras nuevas pericias genéticas que derivaron en la detención de los tres hermanos Saavedra.
El debate oral -previsto inicialmente para el 1 de septiembre y postergado por distintos motivos- se reactivó tras la muerte del “Chino” Saavedra y busca determinar la responsabilidad de Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra.