El fiscal denunció direccionamiento en todos los contratos adjudicados a Báez
Ayer viernes, el fiscal federal Diego Luciani abrió la tercera jornada del alegato en la causa por la obra pública adjudicada a la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015. En el mismo analizó una por una las circunstancias en que fueron adjudicados cada uno de los contratos.
El fiscal Luciani inició el análisis a partir de qué empresas ofertaron para cada llamado a licitación concluyendo que firmas del Grupo Austral, propiedad del imputado Lázaro Báez competían entre sí y contaban con la colaboración de otras que no le pertenecían simulando la legalidad de la licitación.
Sin embargo, no precisó si, debido a la conformación de los pliegos de las licitaciones, otras empresas que hubieran deseado competir quedaron marginadas de pujar por quedarse con las obras.
A pesart que habló de direccionamiento de las licitaciones con el objetivo de favorecer a Báez, omitió explicar qué empresas habrían resultado perjudicadas por esos supuestos manejos ilegales.
El fiscal insistió en calificar como “ficción” a cada proceso de licitación haciendo hincapié en los tiempos cortos para las adjudicaciones de las obras y la falta de controles sobre el cumplimiento de la ejecución. En ese sentido, destacó que ninguna de las obras asignadas al Grupo Austral cumplió con los plazos fijados originalmente.
“Uno puede entender que una obra pública tenga demoras o prórrogas por determinadas cuestiones, pero si ninguna de las obras cumple con los plazos eso demuestra la incapacidad de Austral Construcciones para desarrollar esas tareas”, expresó.
Luciani anunció que en la próxima audiencia, volverá sobre la supuesta incapacidad de las empresas del Grupo Báez .
También aludió a los montos de anticipos financieros que fueron recibiendo las empresas de Báez en distintos tramos de la ejecución de las obras que le fueron adjudicadas. “No podemos creer cómo pasaron inadvertidos semejantes actos de corrupción”, insistió Luciani.