El precandidato de La Libertad Avanza, Javier Milei tuvo un triunfo simbólico impactante y puede ser el próximo presidente.
Es más, perdió en bastiones históricos del PJ como Misiones, Salta, Tucumán, La Rioja, San Juan, San Luis, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En total, Milei ganó en 16 provincias.
Juntos por el Cambio apenas se impuso en Entre Ríos, Corrientes, y CABA. El peronismo solo en Provincia, Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Catamarca.
Es la primera vez en la historia que un dirigente sin estructura tradicional sale primero en una elección nacional; es la primera vez que el peronismo pierde en todos lados. La excepción de la provincia de Buenos Aires le permitió salvarse un poco.
La fuerza de Milei se ve en otro pequeño detalle: Ramiro Marra, su candidato a jefe de Gobierno, sacó 13% sin ir pegado a la boleta de su jefe. No es poco.
Juntos por el Cambio sacó muchos menos votos de lo que esperaba. Sumó 28% y Bullrich quedó con 16 puntos. Larreta sumó apenas 10. No lograron representar la renovación, ni el cambio ni interpretar el clima de época. Es el segundo espacio más votado.
La diferencia no es irremontable ni para JxC ni para el peronismo, especialmente porque la participación fue muy baja. Eso abre otro interrogante: ¿los que no fueron a votar se espantarán por el fenómeno Milei? ¿O todo lo contrario, son ciudadanos que odian a los políticos y ante la chance real de que alguien de afuera llegue al poder van a ir a votarlo?
El Gobierno es el que quedó peor plantado. Fue la peor elección del peronismo en su historia. No solamente porque quedó tercero como espacio (¿se dará vuelta eso a la madrugada?) sino porque su principal candidato –Sergio Massa– solo sacó poco más del 20%. Muy poco para el candidato de la unidad. Pero también tiene chances de revertir: el resultado fue muy cerrado.
El principal desafío: ¿los votos de Grabois van a ir a Sergio Massa? ¿O van a ir al voto en blanco o la abstención?
“Hay gente que prefiere quedarse en su casa que ir a votar. Nos comprometemos a trabajar”, dijo Kicillof en un discurso leído que duró aproximadamente media hora. No entendió el nuevo clima de época.
El electorado argentino se dividió en tercios, como había dicho Cristina. En realidad, se dividió en cuartos: voto solo el 70% y un 30% decidió no ir a votar. La participación histórica en generales es poco más del 80%: son unos 4,5 millones de votos.
La diferencia entre La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio fue de 500 mil votos; 800 mil fue la diferencia con Unión por la Patria.
Desde 2015 a 2021, la diferencia entre las PASO y las generales se explicó siempre porque más gente se acercó a votar.