El cuerpo del hombre fue hallado después de cuatro días de intensas búsquedas. Pizarro había caído al agua en la zona de «Pozo Sarmiento», en el Río Bermejo.
El misterio que rodeaba la desaparición de Iván Álvaro Pizarro, un trabajador de frontera conocido como bagayero, llegó a su fin hoy lunes, con un desenlace trágico. El cuerpo del hombre fue hallado después de cuatro días de intensas búsquedas. Pizarro había caído al agua en la zona de «Pozo Sarmiento», en el Río Bermejo. La corriente lo arrastró trece kilómetros hasta una zona cercana al paraje La Invernisa, pasando por la finca del Chivo Ángel.
Iván había sido visto por última vez el miércoles mientras realizaba su trabajo de trasladar mercadería a través de la frontera. Testigos habían reportado que se cayó al río, y sus gritos de auxilio fueron ignorados en un principio. La familia, desconcertada y angustiada, había denunciado la desaparición y clamado por más intervención de las autoridades. Sin embargo, fue la intervención de los vecinos y la comunidad la que intensificó la búsqueda, pero los días pasaron sin respuestas.
Finalmente, hoy lunes, los equipos de rescate de la Policía Lacustre junto con voluntarios hallaron el cuerpo de Iván, que había sido arrastrado por la corriente a lo largo de trece kilómetros, a través de zonas alejadas. La familia, aunque devastada por la noticia, expresó su agradecimiento a todos aquellos que colaboraron en la búsqueda.
Este lamentable suceso resalta la peligrosidad del trabajo en la frontera y la falta de medidas de seguridad en áreas tan vulnerables. La figura del “bagayero” sigue siendo un tema complejo en las provincias del norte argentino, donde muchos hombres y mujeres arriesgan sus vidas en condiciones precarias para llevar mercadería a través de pasos clandestinos fronterizos.
Mientras tanto, las autoridades siguen investigando las circunstancias exactas de la tragedia.