La exposición del Jefe de Gabiente, Santiago Cafiero.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, afirmó esta tarde que «la pandemia y no la cuarentena es la que provocó una crisis de ingresos en las familias argentinas» y destacó que «actualmente 9 millones de argentinos están cobrando el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)». Al exponer su primer informe ante el Senado, el funcionario pidió además «no tergiversar el mensaje» y «no traicionar la voluntad de las familias de cuidarse» ante los riesgos por la pandemia de coronavirus.
«La pandemia, y no la cuarentena, es la que provocó una crisis de ingresos en las familias argentinas y la que generó los sinsabores económicos que tenemos hoy», puntualizó Cafiero y puso de relieve que frente a eso «un Gobierno conectado con esa realidad debe generar una política pública».
“Las herramientas del cuidado siempre estuvieron al frente de nuestro gobierno. Decidimos una ética del cuidado de la salud y la integridad de todas nuestras familias. Entonces, aprovechamos para fortalecer el sistema de salud”, mencionó.
En este sentido, destacó la creación del IFE que, según dijo, actualmente lo cobran «9 millones de argentinos» y la creación de los ATP para que «el Estado se hiciera cargo del 50% de los salarios del sector privado, donde el 96% son pymes de menos de 25 trabajadores», entre otras medidas.
El jefe de Gabinete, resaltó además que «el peligro todavía no pasó» aún ante el aumento de casos en el AMBA y advirtió que la política «debe tener un mensaje claro» a la ciudadanía, en medio del aislamiento social y obligatorio.
«Un nuevo contrato social»
El jefe de Gabinete afirmó esta tarde ante el Senado que hace falta «un nuevo contrato social» en Argentina que incluya tres ejes fundamentales: la sostenibilidad económica, la sostenibilidad social y la sostenibilidad ambiental, y expresó la necesidad del «diálogo político».
Al hablar ante los senadores conectados en forma remota en una nueva sesión virtual, el funcionario consideró que «a la Argentina siempre le fue mejor cuando amplió derechos» y pidió «buscar las coincidencias» y «respetar las diferencias de opinión» sin incluir «términos de odio como ‘viva el cáncer'».
«El coronavirus va a pasar. La pandemia va a pasar. En el mundo, en la Argentina. ¿Y dónde vamos a estar nosotros? Ahí hay un libro que todavía no se escribió. Vemos que hay un debate profundo sobre una nueva arquitectura institucional a nivel global», señaló Cafiero.
Y agregó: «Un nuevo contrato con la ciudadanía tiene que reflejar tres cosas: la sostenibilidad económica para un proyecto productivo de largo aliento, la sostenibilidad social, donde la economía sirva a las personas, y sostenibilidad ambiental, que tiene que tener un eje central en los próximos debates de la política».
La deuda «injusta e impagable»
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, destacó también ante los senadores que «se aprobara por unanimidad la ley de restauración de la deuda pública» ya que se trató de «un mensaje en voz alta que se escuchó en el mundo y es parte del reflejo para negociar una deuda contraída de manera irresponsable, que es impagable y se hace tremendamente injusta en la espada de los argentinos».
«Nuestro país claramente ya estaba en pandemia»
El funcionario hizo un repaso de las condiciones económicas que recibió el Gobierno por parte de la administración anterior y afirmó que el país «ya estaba en pandemia».
Cafiero sostuvo que si bien el Gobierno había «prometido no hablar de pesadas herencias», el «punto de partida» de la gestión del presidente Alberto Fernández en diciembre de 2019 fue una inflación del 53,8% y una «deuda pública que pasó a representar el 90% del PBI», además de una pobreza del 35%.
«Nuestro país claramente ya estaba en pandemia», afirmó Cafiero, y señaló que por ello el Gobierno tomó como primeras medidas la «Ley de Solidaridad Social y Reactivación productiva» con la que «empezó a diseñar un nuevo mapa del Estado, con prioridades que habían cambiado por mandato popular».
En ese sentido, Cafiero agregó que “la arquitectura del gobierno anterior direccionaba la política pública hacia la especulación y la financialización de la economía” y sentenció que el peronismo “debía torcer esa voluntad política de un gobierno que sólo había producido más miseria y pobreza”.
El jefe de Gabinete agregó que “esa trama fue cambiando las prioridades y exigiendo a la política que dé cuenta de lo que pasaba”, al tiempo que elogió “la decisión estratégica de nuestra vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y la ejecución táctica de nuestro presidente para consolidar una unidad política que derrotara a un gobierno de hambre y miseria”.
Sobre la expropiación de Vincentin
El funcionario aclaró además que «no está en la política pública del gobierno avanzar con expropiaciones» de empresas sino que, en el caso de la compañía Vicentin, se trata de «un rescate» de una firma «que estaba quebrada y que había dejado a miles de familias de productores sin pagarles».
El funcionario expresó estos conceptos al responder una pregunta de la senadora de Juntos por el Cambio, Laura Rodríguez Machado, sobre si estaban previstas más expropiaciones tras conocerse la decisión de intervenir y expropiar la empresa cerealera Vicentin.
El primer informe ante el Senado
El jefe de Gabinete, como es de estilo ante cada informe, respondió previamente 624 preguntas, la mayoría vinculadas con la pandemia y otras de actualidad, como la intervención de la cerealera Vicentin y las potestades para redistribuir fondos destinados a la pandemia.
Esta es la primera vez que Cafiero se presente ante el Congreso, una obligación impuesta por la Constitución Nacional para que los jefes de ministros asistan mensualmente, de manera alternada a cada cámara.
El último informe parlamentario presencial fue protagonizado por el funcionario que ocupó ese lugar durante el gobierno de Mauricio Macri, Marcos Peña, el 10 de abril del 2019.
La sesión especial se da además luego de los últimos dos debates en los que Juntos por el Cambio y sus aliados del peronismo disidente se retiraron en desacuerdo con la decisión del Frente de Todos de incluir proyectos de ley que no estaban vinculados con el coronavirus, como la Ley de Alquileres.