El joven fue liberado en la madrugada de ayer. Fue golpeado y amenazado.Dos de los presuntos raptores fueron detenidos. La investigación sigue en curso.
Por primera vez después de algunas décadas, en Salta se confirmó un caso de secuestro extorsivo. El miércoles por la tarde una llamada retumbó en el teléfono celular de una mujer. Alguien, le avisaba que a su hijo, un joven de 19 años, lo tenían secuestrado y a cambio de su libertad exigían la suma de 12.000 pesos, aproximados. La causa quedó en manos del fiscal federal de turno, Eduardo Villalba.
La planificación del caso habría comenzado a elaborarse algunos días previos a la fecha del hecho. Hasta el momento se desconoce el móvil que condujo a los secuestradores a privar de la libertad al joven. Sin embargo, se sospecha que causas vinculadas al microtráfico habrían impulsado el grave delito.
«Por favor no llames ni le digas nada a la policía, tengo un arma apuntándome en mi cabeza. Hacé todo lo que te dicen porque me pegan un tiro». Palabras más, palabras menos, fue el desesperado comunicado que el secuestrado le envió vía WhatsApp a su progenitora.
Fuentes de la investigación consultadas por El Tribuno señalaron que a través de ambos celulares, madre e hijo, se fue llevando a cabo el plan del secuestro. Según la fuente, la mujer debía trasladarse con el dinero hasta una plaza del barrio Castañares, zona norte de la ciudad, el efectivo debía ser «tirado» en un tacho de basura.
Desde que salió de su casa, en el macrocentro de la ciudad, hasta que fue liberado pasaron más de ocho horas. Entre las 20 y las 23 aproximadamente, lapso en que los secuestradores se contactaron con la madre víctima de la extorsión, se presume que los sabuesos de la Gendarmería Nacional actuaron de manera tal que consiguieron rastrear las huellas del joven implicado.
El grave delito de secuestro extorsivo está tipificado en los artículos 170 y 142 bis del Código Penal. Según las características y detalles del mismo puede comprender penas que van desde los 5 hasta los 15 años de prisión, o bien desde los 10 a los 25 años, incluso prevé también la prisión perpetua. Es un delito federal, se trata de hechos complejos que tienen la particularidad de llevarse a cabo en tiempo real.
La denuncia por el hecho se radicó en la comisaría 5ta. de esta ciudad, intervinieron en el hecho la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Salta en conjunto con la Policía provincial y junto al Comité de Crisis para el caso. Según la fuente, las fuerzas llevaron a cabo un operativo cerrojo siguiendo los lineamientos de la Unidad Fiscal Federal a cargo de Villalba, a los fines de resguardar la integridad física del joven
Libertad y resguardo
Una vez con el muchacho víctima del secuestro, los uniformados lo trasladaron hasta la comisaría 5ta, ubicada en calle Caseros casi República de Siria, donde se lo examinó médicamente diagnosticándole algunas excoriaciones y golpes que no fueron de gravedad. A raíz de su lucidez psíquica y emocional, el joven fue interrogado en la dependencia a los fines de seguir con la investigación. Mientras, los efectivos lograron la detención de dos de los presuntos raptores.
Las investigaciones continúan, hasta el momento fuentes oficiales confirmaron el secuestro extorsivo que sufrió la mujer de 53 años, y la liberación del joven de 19 sin haberse pagado el dinero que los delincuentes pretendían.
Los antecedentes de un delito de esta naturaleza en la provincia se remontan a por lo menos cuatro décadas atrás. Si bien el año pasado trascendió un presunto secuestro de dos jóvenes en el barrio Don Emilio de esta capital, nunca llegó a confirmarse que tuviese el agravante de la extorsión y el caso pasó de la Justicia ordinaria, a la federal para volver a la Justicia ordinaria. Según el antecedente, en 1980 o 1981 un joven salteño de apellido Issa logró escapar de un secuestro extorsivo mientras era trasladado en un vehículo.
Fuente: El Tribuno