Como gesto político de unidad ante la pandemia, Gustavo Sáenz y Bettina Romero golpearon la puerta de un repatriado.
Después de evidenciar el domingo la falta de diálogo entre provincia y el municipio capitalino, hoy el gobernador Gustavo Sáenz y la intendenta Bettina Romero participaron de un operativo en el que se controló que un salteño repatriado estuviera en su casa, en cuarentena.
“Junto al gobernador controlamos personalmente que los salteños repatriados estén cumpliendo con la cuarentena. Es importante que sepan que estamos controlando diariamente a quienes ingresan a Salta”, señaló la intendenta y acotó que controlará “domicilio por domicilio a los vecinos salteños que llegaron repatriados éstos días y denunciando según corresponde a quienes no cumplan la cuarentena”.
El domingo Bettina Romero aprovechó la llegada de distintas combis a la ciudad, que generaron pánico en muchos vecinos, para pedirle al gobierno provincial que informe al municipio, con 48 horas de antelación, en qué lugares estaban llevando a los repatriados.
Tras el pedido, el jueves se reunieron con el objetivo de determinar acciones para colaborar con el cumplimiento del aislamiento social por el COVID-19, con el objetivo es garantizar los cuidados a los viajeros que llegan a la ciudad y brindar tranquilidad a los vecinos.
“Fue un encuentro realmente productivo. Dispuse que diversas áreas del gobierno municipal se afectarán a colaborar activamente con la provincia en el control estricto durante los 14 días del aislamiento”, manifestó la jefa comunal.
Hoy llegaron hasta un edificio del centro, junto a un importante número de policías y el mismo ministro de Seguridad.
Fuente: La Gaceta