Se trata de Samuel Llanos que llegó a la alcaidía de Junín con cortes en la cara y fractura de tabique.
Los presos de la comisaría donde estuvo alojado Samuel Llanos, el acusado por el femicidio de Analía Maldonado en Los Toldos, le dieron una brutal paliza antes de que fuera trasladado en las últimas horas a la Unidad Penal 49 de Junín, una cárcel que funciona como alcaidía y que sirve como tránsito de presos para que después sean derivados a otros penales de la Provincia.
El fisicoculturista llegó a la alcaidía desfigurado por los golpes que le dieron los otros detenidos. Según informó el portal local Semanario de Junín, tenía varios golpes en la cara, traumatismos y el tabique roto.
Llanos fue imputado por “homicidio agravado por el vínculo y por ser la víctima una mujer mediante la violencia de género (femicidio)”, tras el crimen de la “peluquera del pueblo”, cuyo cuerpo fue encontrado carbonizado dentro de una bolsa de arpillera en el Camino Real hacia la localidad de San Emilio.
La defensa del femicida evalúa solicitar su traslado a un pabellón, para que esté alejado del resto de la población carcelaria y evitar así posibles nuevas represalias.
El femicidio de Analía Maldonado
Llanos se negó a declarar por el crimen de su pareja ante el fiscal José Alvite Galante, subrogante de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Junín, y quedó imputado por los delitos de “homicidio doblemente calificado” y “robo”. De acuerdo a los investigadores, el fisicoculturista también es responsable de haberle robado a la víctima 1.500 dólares y 200.000 pesos. Por otra parte, Galante espera los resultados del peritaje al celular de la mujer asesinada, que fue encontrado a pocos metros de donde fue descartado el cuerpo.
Maldonado tenía 40 años y trabajaba como peluquera. La última vez que la vieron fue un sábado a la noche acompañada por su novio, Llanos, un fisicoculturista dueño de un gimnasio que ya había sido denunciado por violencia de género, abuso sexual y lesiones, pero por otras víctimas.
Al día siguiente, tras ir a buscarla a su casa y descubrir que había algunos objetos rotos y que tanto ella como Llanos habían desaparecido, la familia de la mujer radicó la denuncia por averiguación de paradero.
Con el correr de las horas y el avance de la investigación empezaron a surgir las peores sospechas. La declaración de los vecinos, que aseguraron haber escuchado gritos esa madrugada, fue el primer elemento que alimentó esas versiones. Después, durante una inspección en el domicilio que compartía la pareja, los peritos encontraron manchas de sangre y signos de arrastre.
El cuerpo de Maldonado fue encontrado por perros rastreadores el martes por la mañana, carbonizado y adentro de una bolsa de arpillera en un camino rural de San Emilio, una localidad vecina también perteneciente al partido de General Viamonte, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
En tanto, a partir de la pista del auto en el que se movía Llanos, un llamado al 911 alertó sobre la presencia de un vehículo de esas características en el estacionamiento de un hotel, llamado Victoria, ubicado en la calle Lavalle 151, en el centro urbano de Luján, donde el sospechoso fue finalmente capturado por la policía.