En lo que fue el único proyecto que se trató ayer, la Cámara Baja provincial modificó el reglamento y de esta manera podrán convocar con quorúm y votación de manera remota por medios electrónicos.
La Cámara de Diputados tuvo su primera sesión ordinaria del año en la que se aprobó la modificación al reglamento para habilitar el tratamiento de los proyectos de manera remota por medios electrónicos, que se implementará en caso de situaciones de excepción.
En el Acta de Labor se incluyeron dos proyectos similares al respecto, el de Socorro Villamayor (Salta tiene Futuro) y el de Santiago Godoy (PJ), que finalmente desembocó en un dictamen consensuado, que se aprobó por unanimidad en medio de una votación confusa por los cambios que se iban introduciendo, al extremo que el güemense Germán Rallé (PJ Sáenz), solicitó que apenas se transcriba la versión final se la remita a los presidentes de bloques para chequear como quedó redactada.
Lo concreto es que a partir de ahora la Cámara Baja podrá sesionar de manera virtual o remota si así lo considera el presidente del cuerpo.
Quedó descartada la posibilidad de implementar un sistema mixto, tal como prevé el Senado, ya que a pesar del pedido de varios diputados del interior, finalmente se decidió que las sesiones serán presenciales o directamente virtuales sin ningún diputado en el recinto, o solamente con el presidente y los secretarios presentes.
En principio y si la situación no empeora con respecto a los casos positivos en la provincia, la próxima semana la sesión sería de manera presencial similar a la que se hizo hoy, en la que los legisladores estuvieron separados banca de por medio y algunos se distribuyeron en los palcos de invitados y balcones de prensa. Solamente ingresaron al edificio de la Legislatura los diputados y los empleados indispensables para llevar adelante la sesión.
Otra de las modificaciones que se incorporó al dictamen aprobado fue que la votación cuando se haga de manera remota debe ser de carácter nominal, esto es que se irá nombrando a cada diputado, quienes deberán decir si votan afirmativo o negativo.
Un punto interesante en el debate lo dio la diputada de Los Andes, Azucena Salva, que señaló las dificultades para acceder a internet en su departamento, por lo que solicitó se hagan gestiones para garantizar esa conectividad que posibilitará no solo que participe de la sesión virtual, sino que además beneficie al resto de los habitantes.
Tales limitaciones seguramente se pueden aplicar a otros departamentos alejados de los grandes centros urbanos, como Iruya o Santa Victoria.
Con posiciones en su mayoría coincidentes, el debate ocupó más de tres horas, y la votación se extendió por otros 45 minutos más, algo poco común para un proyecto de tan solo siete artículos y que refiere a una situación reglamentaria.
Previamente los bloques oficialistas habían rechazado un cuarto intermedio para consensuar los puntos que aún quedaban pendientes de acordarse, por lo que finalmente al momento de votarse, la cámara tomó una dinámica de comisión y los artículos se fueron acomodando a medida que se los ponía a consideración de los diputados, eso generó confusión en una gran parte de los legisladores lo que derivó en el pedido de Rallé antes mencionado.
Quejas por no sesionar
Otro punto que se metió por la ventana del debate por el reglamento, fue el reproche que hicieron algunos legisladores por la falta de actividad parlamentaria.
Si bien al momento de argumentar no apuntaban a un motivo en particular por la ausencia de sesiones, los legisladores opositores consideraron que se trataba de una decisión del oficialismo que no tenía interés en avanzar con debates en el recinto.
Uno de los puntos que remarcaban es que desde enero hasta ahora hubo por lo menos tres Decretos de Necesidad de Urgencia que debían pasar por la Legislatura pero que no se habilitó su discusión. El primero fue la declaración de la Emergencia Sociosanitaria en el norte, también la creación del Régimen Especial Sancionatorio y la creación de un fondo solidario con aportes de empleados estatales.
Los que se quejaron de la inactividad fueron Héctor Chibán (UCR), Claudio Del Plá (PO), Carlos Zapata y Julio Moreno (ambos Ahora Patria). Lo llamativo es que hubo reproches similares de parte de algunos diputados oficialistas como Adrián Valenzuela (Salta tiene Futuro) y Gustavo Pantaleón (PJ Sáenz).
El que respondió fue Javier Diez Villa (Salta tiene Futuro): “Algunos denuncian supuestas intenciones de los diputados de no querer trabajar, nada de eso, nadie niega la vocación de trabajo de los diputados, pero estamos ante un escenario atípico producto de la pandemia, solo con mirar como estamos distribuidos en el recinto alcanza para darse cuenta de la situación particular”.
Y agregó más adelante que “es verdad que en las sesiones se visibiliza el trabajo de los diputados, pero en la semana los diputados trabajan de lunes a lunes”.
Fuente: Página 12