A tono con las estrategias para acompañar la cuarentena, distintas bibliotecas del país y espacios culturales adoptaron distintas medidas que a su vezfomentan la lectura como valor comunitario.
A tono con las estrategias para acompañar la cuarentena y al mismo tiempo fomentar la lectura como valor comunitario, la biblioteca Manuel Belgrano de Godoy Cruz, en Mendoza, dispuso el envío de libros a domicilio, una iniciativa que se suma a la de otros espacios culturales sin fines de lucro o municipales que despliegan acciones para seguir en contacto con sus vecinos.
Como un delivery de libros que se pide vía Whatsapp y cuyo catálogo se puede consultar online, la Biblioteca y Mediateca Pública Municipal Manuel Belgrano en Mendoza decidió llevar los libros a las casas de sus socios para acompañarlos durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio previsto hasta el próximo 12 de abril en todo el país.
Marcelo Quevedo, director de la institución, contó que dada la situación sanitaria, se toman una serie de precauciones: un empleado de la biblioteca limpia y desinfecta los libros antes de enviarlos, para que lleguen «lo más limpios posibles», estos se colocan en una bolsa y el funcionario municipal que entrega los libros lo hace con guantes, explicó a distintos medios de prensa.
Una vez que se devuelven los libros, quedan «en cuarentena» cuatro o cinco días sin que nadie pueda pedirlos de nuevo y apartados del resto de la colección para que así se elimine cualquier posible rastro de infección, precisó Quevedo, quien contó que los envíos comenzaron el último miércoles y finalizaron la semana con 135 libros repartidos y sumaron 55 socios nuevos.
También otras bibliotecas del país ofrecen alternativas de encuentro con los vecinos, como la Alas en Villa Trinidad, Santa Fe, -que integra la red de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares- donde comparten audiocuentos narrados por cuentacuentos de la institución; brindan actividades de educación a distancia, aconsejan títulos y promueven la participación en grupos de lecturas virtuales.
Para no perder el diálogo, la Biblioteca Popular Laprida, de esa localidad bonaerense, lanzó una convocatoria para compartir distintas actividades entre la comunidad vinculadas a la expresión artística, mientras que en la ciudad de Buenos Aires, la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra realiza diversas propuestas virtuales de lectura y una visita guiada a museos virtuales a cargo de dos especialistas.
Por su parte, la Biblioteca Popular Escritores Correntinos, en Corrientes, tiene un canal de comunicación diaria en el que invitan a a la comunidad a compartir videos de lecturas en voz alta, y como iniciativa solidaria realizó una donación de barbijos confeccionados en en taller de costura que, sin cuarentena, desarrollan una vez por semana.
Fuente: Télam