Tucumán, Lules: La hipótesis más es fuerte es que Rocío, niña de cuatro años desaparecida, habría sido asesinada tras un abuso y que sus restos fueron carbonizados y arrojados a un río.
Los investigadores del caso de Rocío Milagros Rojas, la niña de cuatro años que se encuentra desaparecida desde el jueves al mediodía en Tucumán, sospechan que fue asesinada y que sus restos fueron carbonizados y arrojados a un río, informaron ayer fuentes policiales.
A esta conclusión arribaron los pesquisas luego de que ayer se encontraran restos óseos carbonizados debajo de un puente que cruza el río Colorado y que fueron extraídos para someterlos a pericias ante la posibilidad de que pertenezcan a la niña.
Ante este hallazgo y a partir de la declaración de uno de los tres detenidos en la causa, los investigadores sospechan que la niña pudo haber sido asesinada, sus restos carbonizados y arrojados al río Colorado.
El viernes fueron arrestados la madrina de Rocío, su pareja y su yerno, quienes convivían con la niña desaparecida en una vivienda del asentamiento La Chabela, de la ciudad tucumana de Lules.
Además de las detenciones, se llevó a cabo un allanamiento en la propiedad, en donde se «encontraron indicios fundamentales para avanzar en la causa y se secuestraron prendas de vestir, ropa de cama y otros elementos», señaló un vocero.
Los operativos de búsqueda se llevaron adelante en un primer momento en el asentamiento San Ramón, ubicado detrás de la fábrica de la Papelera Tucumán y luego en las inmediaciones del puente donde se hallaron ayer los restos, que serán sometidos a pericias para determinar si se trata de huesos humanos o de animales.
Una vez que se realice este primer paso, se harán las pericias genéticas para determinar si los restos pertenecen a Rocío.
También se hallaron huellas, que se presume serían de una misma motocicleta, en el asentamiento San Ramón y a unos 10 kilómetros de ese lugar, en las márgenes del río.
En tanto, durante la mañana de ayer, los efectivos supervisados por el jefe de la Unidad Regional Oeste (URO), comisario Manuel Castaño, ampliaron el radio de búsqueda desde el lugar en el que el viernes se encontraron los restos que se peritan.
Los operativos se realizaban con la ya famosa perra Wanda de la Sección Canes, adiestrada para la búsqueda de personas, y participaban más de 200 efectivos de la Comisaría de Lules, Infantería Oeste, Caballería, Investigaciones, Trata de Personas, Delitos Rurales, Patrulla Motorizada, Bomberos, Lacustre y otras divisiones que prestaban colaboración para recorrer toda el área.