Mientras los gobiernos barajan diferentes estrategias para neutralizar el brote, las estadísticas evidencian que aún se encuentra en desarrollo creciente y la curva de contagios aún no alcanza su punto máximo.
Más de un millón de personas se han contagiado y más de 53.000 murieron en todo el mundo por la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, según los últimos datos de la Universidad de Johns Hopkins.
Al cierre de esta edición, el número de contagios detectados en todo el planeta alcanzó los 1.014.499, mientras que la cifra de decesos llegó a 53.166, con 212.018 pacientes recuperados.
El mayor número de contagios se concentra en EEUU, nuevo foco de la pandemia, donde hay 244.433 casos y 6.070 personas han perdido la vida; seguido de Italia con 115.242 infectados y 13.915 fallecidos; y España con 112.065 contagios y 10.348 muertos, de acuerdo a las cifras de la citada universidad.
Un 60% de las muertes se concentra en los países europeos más castigados por el virus con Italia y España a la cabeza, seguidos de Francia con 59.105 casos y 5.387 fallecidos, así como Gran Bretaña, donde 33.718 personas se han infectado y 2.921 han perdido la vida.
Alemania es el tercer país de Europa con más contagios, pero ha registrado tasas de mortalidad más bajas que sus vecinos debido, en parte, a que se comenzaron a realizar test en una fase temprana de la epidemia, lo que permitió identificar muchos casos leves, de acuerdo al análisis del alemán Instituto Robert Koch (RKI).
En concreto, las autoridades alemanas han registrado 1.107 fallecidos y 84.794 contagiados, de acuerdo a las cifras de la Universidad de Johns Hopkins.
Por su parte, desde el inicio del brote en diciembre, China ha informado de 81.589 casos confirmados, de los que 76.408 han acabado con el paciente superando la enfermedad y 3.318, en fallecimiento.
Aunque parece bajo control, en China, el foco de la enfermedad continúa siendo Wuhan, capital de la provincia centro-oriental de Hubei, que tiene previsto poner fin el próximo 8 de abril a la cuarentena declarada a finales de enero.
Ante el avance de la pandemia, muchos países han cerrado sus fronteras y han limitado el movimiento de su población.
El 93% de la población mundial (7.200 millones de personas) se encuentra confinada para frenar el avance del virus, de acuerdo a datos de Naciones Unidas y del centro Pew Research, en Washington.
La detención de la economía para frenar el virus ha castigado a las bolsas mundiales y ha llevado a algunos países a rebajar sus previsiones de crecimiento.
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que “una profunda recesión en Europa es ya inevitable” en 2020 debido a la pandemia, ya que cada mes de cuarentena económica resta un 3 % del PIB anual.
Los síntomas del nuevo coronavirus son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden estar acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).
Preocupación en América
Dos organizaciones internacionales alertaron ayer sobre la alta vulnerabilidad de los migrantes y los presos ante la pandemia en América, continente donde se ha confirmado la cifra de 270.000 casos de contagio y más de 6.500 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Tanto Humans Right Watch (HRW) como Amnistía Internacional (AI) dieron la voz de alarma ante el trato que los migrantes reciben sobre todo en Estados Unidos y denunciaron el hacinamiento de presos en las cárceles de Latinoamérica.
Junto a estas advertencias por contagio, ayer continuó la dramática situación en Ecuador, uno de los países más castigados por la pandemia.
Dentro del continente, los países afectados, después de Estados Unidos, son Canadá (más de 11.000 casos y alrededor de 170 muertes); Brasil, con unos 7.910 contagiados y 299 fallecidos; Chile (3.404 contagios y 18 muertos) y Ecuador (3.163 infectados y 120 decesos).
Fuente: El Tribuno