La sentencia fue dispuesta por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8 de Córdoba.
El multiasesino Roberto «La Hiena Humana» Carmona fue sentenciado ayer a prisión perpetua por el asesinato del taxista Javier Bocalón en 2022 en Córdoba. Carmona fue condenado por el homicidio criminis causa calificado por alevosía de Bocalón cuando pretendía escapar en una visita a su ex pareja. La sentencia fue dispuesta por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8 de Córdoba.
De este modo, llegó al final el juicio que se le seguía en Córdoba. Se describió a Carmona como un hombre «perverso» y «sin remordimientos». Además, la familia de Bocalón pidió que la Justicia no le conceda un tratamiento terapéutico, ya que las pruebas aportadas demuestran, según dijo, que es consciente de los asesinatos que cometió.
Con respecto a la querella, representada por Carlos Nayy, se requirió que el acusado sea encontrado culpable y condenado a la pena máxima por ser una «máquina de matar, sin cura ni remordimientos».
En una de las últimas audiencias declaratorias, en los que siempre estuvo encerrado en una cabina de vidrio por precaución, Carmona confesó el asesinato y describió cómo mató a Bocalón.
Fue el 13 de diciembre de 2022 cuando el acusado se fugaba de la Policía, por lo que se subió a un taxi, conducido por Bocalón: «Me dio un vaso con agua y ahí le mentí diciendo que había que buscar a una prima. Era mentira, no existía». Mientras esperaban a la pasajera, atacó por detrás a la víctima: «Lo abracé, le puse la cuchilla en el cogote. Le entré un poco y le dije: ´bajate porque te mato´. Él me dijo: ´No me robes la herramienta de trabajo´ y yo le empecé a dar no sé cuántas puñaladas».
En este caso habrá un segundo juicio. Será contra seis guardiacárceles y la esposa de Carmona por facilitar su fuga, que desencadenó en el brutal crimen de Bocalón.
Tras matar a Ceppi en 1986, su segundo homicidio lo cometió en 1994: asesinó de una puñalada al preso Héctor Vicente Bolea en la cárcel cordobesa de barrio San Martín.
Ante esto y sus reiterados conflictos se decidió trasladarlo a otra provincia y fue alojado en Resistencia, en Chaco, donde en 1997 mató a Demetrio Pérez Araujo con un palo afilado.