La plaza se veía casi vacía en comparación con el fin de semana pasado cuando había decenas de familias y espectáculos de danzas por parte de academias locales.
El primer día de confinamiento en la capital provincial mostró poco movimiento en las zonas comerciales, mucha circulación vehicular y un intenso operativo policial con retenes y controles en distintos puntos de la ciudad.
El Tribuno recorrió varias zonas de Salta para relevar la situación en el inicio de las restricciones que se extenderán hasta el 30 de mayo próximo para reducir la circulación y bajar el índice de contagios de COVID-19.
Durante una transmisión en vivo de este medio pudo apreciarse en el centro de la ciudad la nula actividad en locales comerciales y gastronómicos ubicados en los alrededores de la Plaza 9 de Julio.
Sin embargo, sí se podía ver a personas paseando animales o sentadas conversando en la plaza principal de la ciudad. Lo mismo que en la Catedral Basílica, adonde se acercaban fieles para rezarle de rodillas a los santos patronos desde las escalinatas del edificio eclesial.
Más allá de algunos casos puntuales, la plaza se veía casi vacía en comparación con el fin de semana pasado cuando había decenas de familias y espectáculos de danzas por parte de academias locales.
Lo mismo podía apreciarse en la zona de calle Mitre, al frente de la plaza, donde las galerías comerciales permanecían cerradas, al igual que las actividades culturales que fueron suspendidas.
En la peatonal Alberdi, a la altura de la plazoleta IV Siglos, se podía ver a un mantero y un vendedor ambulante. Mientras que una casa de comidas rápidas de la zona estaba abierta, pero sin clientes adentro. El escenario contrastaba con la postal de unas pocas horas antes, en la noche del sábado, cuando la gente pareció querer aprovechar los últimos momentos sin restricciones para agolparse en el centro a pasear y comprar.
Abiertos, pero con delivery
Este domingo persistían algunas dudas con respecto a los horarios para determinadas actividades. Uno de los casos es el de los comercios de proximidad. Desde el Comité Operativo de Emergencia explicaron que estos locales, como ser quioscos o despensas barriales, al estar entre los exceptuados alcanzados por el decreto nacional, pueden trabajar sin límites de horario pero, después de las 18 no pueden atender clientes de manera presencial.
Por esta razón, para seguir vendiendo después de este horario, deben hacerlo a través de un sistema de pedidos y envíos con mensajería.
El DNU de Nación, que limita las actividades en los departamentos de alto riesgo entre los que se cuentan la capital provincial, no contempla límites de horario para la actividad de los sectores exceptuados pero, en cambio, sí establece la prohibición de circulación después de las 18. De esta manera, al no poder recibir clientes en sus locales, tienen habilitado el delivery. Esta opción no se aplica solo al sector de comercios de proximidad, sino a todos los exceptuados del confinamiento que contempla el decreto nacional.
Desde el COE admitieron que la dualidad de la superposición entre el decreto nacional y el del COE provincial, que establece la modalidad de restricciones para los departamentos en riesgo sanitario medio, genera algunas equivocaciones. “Incluso la Policía está informando que solo pueden atender hasta las 22, pero es un error de interpretación que ya estamos aclarando”, difundieron autoridades del COE.