La proximidad de la temporada de verano en el hemisferio norte genera expectativas pero hay mucha preocupación. «Sin vacuna no se podrá viajar y el año está perdido», dicen.
Nadie sabe cuándo ni cómo será la “nueva normalidad” pero lo que está claro es que las vacunas contra el covid-19 jugarán un papel clave. La vuelta a la actividad de todos los sectores dependerá del control de la pandemia por lo que la apuesta global es que la mayor parte de la población esté inmunizada. Por este motivo, el sector turístico local observa con mucha preocupación la lentitud en el programa de vacunación que está llevando adelante el Gobierno. “A este ritmo, empezamos a creer que este puede ser otro año perdido”, advirtió un operador turístico. La preocupación de los empresarios se centra en las pérdidas millonarias y el cierre de empresas que provocará el retraso en la vacunación de la población, mientras en otros países llegan informaciones de los avances en la materia.
Si bien en las últimas semanas se habló mucho del resurgimiento del turismo interno, esta es una parte del negocio pero, para las empresas del rubro, no es la más atractiva. Además, en la mayoría de los casos, se trabajó con importantes descuentos para atraer a turistas que aún están renuentes a viajar. De esta manera, los ingresos que, en otras épocas, deben cubrir los costos de una cantidad determinada de meses, esta vez alcanzarán para menos tiempo. El corazón de la actividad, para las agencias, tiene que ver con el turismo emisivo y receptivo. Este segmento depende de lo que suceda en materia sanitaria. “La marcha del plan de vacunación hoy es clave para el sector turístico” advirtió Fabricio Di Giambattista, dueño de la agencia Columbia Viajes.
Con las noticias que llegan desde otros países, donde la vacunación avanza a un ritmo importante, los empresarios del sector se entusiasmaron hasta hace poco con la posibilidad de recuperar niveles de operaciones razonables en los próximos meses. “La lógica indica que con la vacunación se pueda pensar en una recuperación de la actividad. A esto hay que sumarle todos los problemas prácticos que hay, no sólo en la Argentina sino en el mundo, para que la rueda turística vuelva a girar. Por el momento, hay mucha incertidumbre. No se sabe todavía cómo va a viajar toda la gente que viene reprogramando viajes desde hace meses” dijo a Ámbito Marco Palacio, expresidente de la Cámara Argentina de Turismo.
La temporada fuerte para muchas agencias tiene que ver con el inicio del verano en el hemisferio norte. Estados Unidos, el Caribe y Europa son destinos que mueven el negocio en esa época. A partir de mayo, la tradición muestra que los turistas locales eligen esas regiones para viajar. El problema es que los días pasan y no hay un horizonte seguro cierto sobre lo que sucederá en materia sanitaria en el país. “Sin estar vacunados va a ser muy difícil moverse en el mundo actual. Vemos que se habla mucho de la llegada de dosis pero, en la práctica, es poco lo que se avanza. Los argentinos corren el riesgo de pasar a ser ciudadanos de segunda en materia turística y va a ser difícil que se los acepte en otros mercados. Esto, sin tener en cuenta de los temores de los propios viajeros de saber que no está protegido de eventuales contagios” explicó un empresario mayorista. Citó de ejemplo los acuerdos bilaterales, como el que están negociando entre Israel y Grecia, para que los habitantes vacunados puedan circular libremente en ambos países.
En Europa hay mucha presión de los operadores turísticos para que se logre la inmunidad de la población lo más rápido posible. En España, por ejemplo, hay mucho optimismo por los avances en ese sentido de Inglaterra y Alemania, dos países que aportan el turismo más fuerte de las playas ibéricas en verano. Portugal también está en esa línea, después de haber perdido el 75% de los viajeros extranjeros por la pandemia. De este lado del Atlántico, sucede algo similar. Los operadores turísticos de Cancún y Acapulco están expectantes por saber cuándo Estados Unidos logra vacunar a su población, algo que puede suceder en pocos meses. En el caso que se pida reciprocidad, los países receptores deberán tener vacunados a sus habitantes lo antes posible. La llegada de turistas extranjeros en Argentina está, prácticamente, paralizada. No sólo implica la pérdida de dólares, algo que el Banco Central sufre de forma directa, sino que todo el negocio de la hotelería y gastronomía está paralizado. Con viajeros de cabotaje no alcanza.
En varias agencias consultadas, reconocen que hay muy poco interés de argentinos para viajar al exterior y lo justifican por la falta de claridad respecto a la vacunación. “Nadie puede pensar en comprar un pasaje o un paquete turístico para mediados de año si no sabe si va a tener vacuna disponible” señalaron en una agencia.