Serán enjuiciados como coautores del delito de «homicidio doblemente calificado por tratarse la víctima de una persona con quien uno de los autores mantenía una relación de pareja conviviente y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género».
Un hombre y su madre serán juzgados por el crimen de Stella Maris Ramírez, una joven de 26 años pareja de él, que en agosto del año pasado estuvo desaparecida casi 20 días y su cuerpo fue hallado flotando en el río Paraná, en el partido bonaerense de Zárate. Se trata de Carlos Hernán Entivero (37) y Amelia Itatí Lezcano (54), que serán enjuiciados ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de ese distrito como coautores del delito de «homicidio doblemente calificado por tratarse la víctima de una persona con quien uno de los autores mantenía una relación de pareja conviviente y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género», el cual contempla la pena de prisión perpetua.
La Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Zárate-Campana remitió la causa para que el TOC fije fecha de debate, ya que ambos imputados desistieron de ser juzgados por un jurado popular. El crimen ocurrió aproximadamente entre las 22 del día 2 de agosto del 2019 y el 5 de agosto de ese año, en el interior de la vivienda situada en calle 60 al 200 de Lima, partido de Zárate.
«Más precisamente dentro del garaje y comedor de dicho inmueble, donde la mujer convivía con el imputado Entivero y Lezcano, actuando en coautoría criminal, produjeron la muerte de Stella Maris Ramírez«, precisó el funcionario judicial.
De acuerdo a la pesquisa, «en dichas circunstancias y mediando un contexto de violencia de género», el hombre le «profirió gritos y propinó golpes contra la humanidad de Stella, en especial, empujándola contra la pared medianera y efectuándole golpes en otras partes del cuerpo y aún, encontrándose con vida la nombrada, los imputados esperaron hasta su mortal deceso para luego trasladarla fuera de la casa, procediendo a limpiar los rastros que dejó el suceso criminoso».
El fiscal Gutiérrez determinó que los acusados «se deshicieron de pruebas fundamentales como ser el teléfono celular de la víctima y las prendas que usaba habitualmente, así como también, lavaron sus propias vestimentas y aquellas que tenían rastros de la occisa, mientras que a otras prendas las quemaron en el fondo de la casa». Debido al estado de putrefacción del cadáver, en la autopsia realizada en la morgue judicial de Campana no se pudo determinar la causa de la muerte y se estableció que el fallecimiento se había producido entre el lunes 5 y martes 6 de ese mes, entre 3 y 4 días después de su desaparición.