Hoy y mañana tendrá lugar la cumbre del G20 en Roma, días antes de la conferencia climática en Glascow, donde la pandemia del coronavirus y el cambio climático son los temas principales en la agenda de los jefes de Estado.
Muchos de los líderes que acudirán a Roma, incluido el presidente estadounidense, Joe Biden, volarán inmediatamente después a Escocia para asistir a la cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima, conocida como COP26, que se considera vital para hacer frente a la amenaza del aumento de las temperaturas globales
En la COP26 participan casi 200 países, pero el bloque del G20, que incluye Brasil, China, India, Alemania y Estados Unidos, es la fuerza dominante, ya que representa más del 80% del producto interior bruto mundial, el 60% de su población y se estima que el 80% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
«Ya ha pasado el tiempo de las sutilezas diplomáticas. Si los Gobiernos, especialmente los del G20, no se ponen en pie y lideran este esfuerzo, nos dirigimos a un terrible sufrimiento humano«, manifestó la semana pasada el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En un revés para las esperanzas de una respuesta contundente del G20, las expectativas de Biden de dirigirse a Europa con un firme acuerdo doméstico sobre política climática han disminuido mucho debido a las divisiones políticas en Estados Unidos sobre un paquete de gasto más amplio.
Para mayor decepción de la anfitriona del encuentro, Italia, los líderes de China, Japón, México, Rusia y Arabia Saudita han declinado asistir a la reunión, que se celebrará en el complejo suburbano de Roma conocido como la Esposizione Universale Roma, construido por el dictador fascista Benito Mussolini.
El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, habrían declinado asistir por la preocupación que suscita la pandemia del coronavirus, pero se espera que sigan los debates a través de una videoconferencia, según fuentes diplomáticas.