Entre enero y febrero las empresas cerealeras liquidaron 3950 millones de dólares. La suba en las cotizaciones de los commodities y el fin del paro en los puertos mejoraron el panorama.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), informaron ayer que durante febrero fueron liquidada operaciones por 1.810 millones de dólares provenientes de las exportaciones agropecuarias, el monto más alto de los últimos 18 años para ese mes, con excepción de febrero de 2014. En enero y febrero, el ingreso de divisas de la agroexportación alcanzó la suma de 3.950 millones de dólares, solamente superado por el primer bimestre de 2016.
Los valores de liquidación de divisas, que representan una buena noticia para el equipo económico, se explican por varios factores.
a) Hay un efecto precios muy favorable. En el caso de la tonelada del poroto de soja, que arrastra a los derivados (harinas y aceites), la suba en poco menos de un año es de 360 dólares a 515 dólares, los mayores valores de los últimos seis años a ocho años, y lo propio muestra el maíz y el trigo.
b) La sequía en Brasil influye en esos incrementos.
c) Por el lado financiero, impacta el aumento de la demanda en activos físicos dada la caída de tasas en las economías desarrolladas.
El efecto precios fue percibido en el resultado comercial global, ya que durante enero se logró un superávit de 1068 millones de dólares, de los cuales 410 millones se explican solamente por la suba de los precios de los productos que se exportan. Se estima que los ingresos por exportaciones provenientes del complejo cerealero y oleaginoso, que explica el 40 por ciento de las ventas externas del país, se ubicarían alrededor de un 30 por ciento por encima del año pasado.
También jugó a favor de la mayor liquidación, la normalización de los embarques y camiones arribados a puertos, después que fueran levantadas las medidas gremiales; mayores ventas del productor, por la mejora del precio y la reducción de la brecha cambiaria y las necesidades de dinero por parte de los productores para financiar el ingreso de la próxima cosecha gruesa, según explica Juan Pablo Gianatiempo, analista de mercados de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según las estimaciones de Gianatiempo, «de la campaña 2019/20 se ha vendido más del 80 por ciento de la producción de soja (41 millones de toneladas) y maíz (44 millones), mientras que en trigo el volumen alcanza las 20,5 millones. Respecto a la campaña 2020/21, en los últimos meses el ritmo de venta tuvo una mejoría notable, aunque aún restan vender 36 millones de toneladas de soja, 28 millones de maíz y 7 millones de trigo«.