Recopiladas en el libro «La Vida es una misión secreta», son veinticinco las letras del músico que son parte de la etapa Fundamentalistas del Aire Acondicionado, a las que les puso imágenes el artista plástico e historietista. Ambos habían trabajado juntos en la novela gráfica «Escenas del delito americano».
«La vida es una misión secreta», el nuevo libro de canciones del mítico Indio Solari con dibujos del artista gráfico Serafín, rescata veinticinco letras del músico que son parte de la etapa Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda que lo acompaña, en un juego entre imaginarios que exploran subjetividades y experiencias profundas de la vida.
Carlos «Indio» Solari, el exlíder de los Redondos -Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota-, escogió 25 letras de sus canciones que forman parte de los cinco álbumes grabados con la banda Fundamentalistas del Aire Acondicionado para el nuevo libro publicado por Penguin Random House, que este mes llegó a las librerías en formato digital e impreso, con prólogo del escritor y periodista Marcelo Figueras.
«La vida es una misión secreta», con textos e idea original del Indio, tiene ilustraciones y diseño del artista e historietista Pablo Guillermo Serafín, quien consiguió agregar a último momento las dos letras que el músico presentó en el último concierto de la banda. Esta nueva obra continúa una línea de trabajo que iniciaron en 2017 con la novela gráfica «Escenas del delito americano».
El libro rescata dos canciones estrenadas por Solari en el mítico recital de Epecuén.
«Esas dos canciones, ´Rezando solo´ y ´Encuentro con un ángel amateur´, que se incorporan al libro como bonus track, no están en ninguno de los discos de Indio y las oímos cantadas por él por primera vez en el streaming que los Fundamentalistas brindaron desde Epecuén. Fue una sorpresa maravillosa que nos puso la emoción a tope, y cuando pude bajar un poco me di cuenta de que tenían que estar sí o sí en el libro. Esa belleza había que compartirla. Para ese entonces el libro estaba cerrado y ya se había enviado a imprenta, hubo que frenar todo y volver a editar para poder incluirlas», relata Serafín.
Solari, el escritor con una incansable obra poética, también pintor y dibujante, músico -además de una de las voces más representativas del rock nacional-, le contaba a Figueras en una entrevista reciente que se veía más como un «rapsoda» (en alusión a la figura del recitador que en la Grecia antigua cantaba poemas épicos): «Me gusta mucho decir mis letras con música, soy más una rapsoda que un poeta»
Y de ese lenguaje de la palabra y la música, Serafín aporta en este libro una nueva interpretación gráfica, a través de «canciones ilustradas» donde se desenvuelven las metáforas de sus «temas» que se expanden y aletean sentidos, creando universos particulares compartidos.
Una de las páginas.
Los cinco discos que contienen las letras seleccionadas son «El tesoro de los inocentes (Bingo Fuel)» (2004), «Porco rex» (2007), «El perfume de la tempestad» (2010), «Pajaritos, bravos muchachitos» (2013) y «El ruiseñor, el amor y la muerte» (2018); y en ese imaginario se despliegan temáticas universales como la muerte, la finitud y lo digital -que se aprecia en letras como «Submarino soluble»-, el amor («La piba de Blockbuster»y «Ostende Hotel») así como el deseo, la pérdida, la búsqueda, el miedo y la guerra, pistas a descifrar del diálogo entre los trazos que conjugan emociones.
A la experiencia de trabajar con Solari, Serafín la define como «maravillosa», lo mejor que le ha pasado, y que el aprecio y la admiración que siente por la obra estética y conceptual del artista le permitió disfrutar «desde los momentos de trabajo más rigurosos hasta los distendidos».