Me quiero morir, soltame, habrían sido las últimas palabras de un hombre que junto a un bagayero intentaba cruzar de Bolivia a la Argentina.
Una mujer de 45 años, domiciliada en Jujuy según investigadores norteños, se encuentra desesperada. Su pareja, un hombre de 37 años, desapareció luego de que ambos intentaron cruzar por «caminos alternativos» -ilegales- desde Bolivia a este país a través de las aguas del río Bermejo. Cuando el hombre era acompañado por un bagayero habría sufrido algún inconveniente y, según su acompañante, decidió soltarse. «Me quiero morir, soltame», habría señalado.
Fuentes de las fuerzas de seguridad que intervienen en el hecho, al ser consultadas por El Tribuno manifestaron que la mujer junto a su pareja se reunieron en la localidad de Bermejo, en Bolivia, y cerca de las 8.30 del miércoles último se trasladaron hasta el puente internacional que une ambos países con la intención de pasar hacia la ciudad salteña de Salvador Mazza.
En el marco de la prevención por el coronavirus en el país y el mundo, el puente internacional se encuentra cerrado. En ese sentido la pareja se vio imposibilitada de seguir con su traslado, sin embargo no se quedaron con la prohibición y decidieron pasar por un camino ilegal, uno de los tantos que se encuentran en la frontera norte de la provincia.
Con la ayuda de dos bagayeros, oriundos de la localidad de Bermejo, se dirigieron hasta el río para seguir su camino. En ese momento ninguno de los dos trabajadores de frontera, más conocidos como bagayeros, supuso lo que el hombre podría solicitarles. Al parecer uno de los hombres trasladó primero a la mujer a través de las peligrosas aguas del río Bermejo.
Hasta la semana pasada las aguas del mencionado río habían subido de manera exponencial, provocando una situación de emergencia a muchas de las comunidades lindantes en distintas zonas del norte provincial. En ese sentido, cualquier traslado por dichas aguas en las últimas semanas significaba correr un riesgo muy grande, riesgo que quizás la pareja no tuvo en cuenta a la hora de tomar la decisión.
Cuando el hombre era trasladado la fuerte correntada y el espeso caudal hicieron que no pudiera seguir «prendido» de su acompañante y se soltó. Según manifestó el bagayero, el hombre se fue en diagonal y después de unos 300 metros no volvió a verlo más.
Cuando el trabajador de frontera llegó a la otra orilla comentó que el hombre le había expresado: «Me quiero morir, soltame», y tuvo que acceder a su pedido.
Inmediatamente dieron aviso de la trágica situación en las oficinas de la Brigada de Investigaciones, que activó el protocolo de búsqueda por extravío de persona.
Fuente: El Tribuno