Vecinos del barrio San Benito, en la zona sudeste, manifestaron gran preocupación y temor por lo ocurrido. El hecho se registró el miércoles pasado el mediodía.
Vecinos del barrio San Benito, en la zona sudeste, donde se hundió gran parte del pavimento y quedó un cráter de unos seis por ocho metros y unos cinco de profundidad, sobre la avenida Discépolo, manifestaron gran preocupación y temor por lo ocurrido. El hecho se registró el miércoles pasado el mediodía.
Josefina Gutiérrez, una vecina que reside sobre la avenida, contó: «Tengo miedo por semejante agujero que quedó en la calle. Yo tengo muchísima humedad en las paredes y tengo terror de que mi casa ceda».
Relató que cuando se produjo el hundimiento estaba cerca de una ventana. «Vi que pasó el camión cisterna de Aguas del Norte y escuché un ruido impresionante. Como de una estampida. Cuando me acerqué, vi el hueco, no lo podía creer. Muda quedé. Menos mal que no ocurrió una desgracia».
En tanto, Teresa Acuña, otra vecina, contó que cada vez que llueve el agua corre como río. «Hay pérdidas en las calles. Antes nosotros vivíamos en medio del barro y el agua».
Alejandra Chocobar, una joven madre que vive en el pasaje Did Nallid, contó que estaba comprando en el supermercado chino cercano y que escuchó un ruido como si hubieran chocado autos. «Entonces me acerqué y el pavimento se había derrumbado. Creo que estaba mal hecho», dijo.
Por la avenida Discépolo pasan constantemente camiones cargados y los colectivos 2E, 2F y el Troncal.
Cristina Gonza, quien trabaja en un comercio de esa cuadra, aseguró que hace dos años hubo un hundimiento similar en la esquina de la calle Ángel Vargas. «Parece que todo es por problemas de humedad, pero lo tienen que solucionar urgente porque van a empezar las clases y pasarán muchos niños por aquí porque tenemos la escuela Provincia de Salta cerca».
Ayer temprano, funcionarios inspeccionaron el lugar. Juan Carlos Segura, subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, explicó que «junto a la empresa Aguas del Norte vamos a trabajar en la detección de las pérdidas de agua que fueron socavando la base, lo que provocó el posterior hundimiento. Una vez solucionada esta situación recién se podrá avanzar en el enripiado, compactación del suelo y construcción del nuevo hormigón».
Por su parte el ingeniero Marcelo Hoyos, de Aguas del Norte, manifestó que «aún no se logró detectar el origen de la pérdida, por lo que no fue establecido si el hundimiento tuvo que ver con fallas en la colectora cloacal, conexiones clandestinas u otros factores». Destacó que no se registra afectación en los servicios de agua y cloaca en la zona, por lo que no se puede inferir que haya una pérdida.
Hasta anoche, operarios trabajaban en el área. El fondo del socavón estaba seco y sin filtraciones. El hundimiento se produjo en proximidad de una boca de registro cloacal que pertenece a la empresa, por lo que se trataba de resguardar la estructura. Los trabajos demandarán entre 30 y 45 días. «Esto que pasó es excepcional por la profundidad, por todo. Es difícil tener problemas de esta magnitud. Es sorprendente», dijo Hoyos.