La violenta erupción de un volcán submarino cerca de Tonga, en el Pacífico Sur, causó ayer 15 de enero un tsunami que impactó las costas de esta nación insular y ha encendido las alarmas en otros países de la región.
Luego de la erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, cerca la isla de Tonga, columnas de ceniza, vapor y gas se elevaron sobre las aguas del Pacífico sur.
La explosión volcánica provocó un tsunami con olas de hasta 1,2 metros de altura que inundaron zonas de la capital, Nuku’alofa, informó la Oficina de Meteorología de Australia.
La imágenes publicadas en redes sociales mostraron marejadas que rodearon casas y edificios, lo que obligó a decenas de habitantes a huir y refugiarse en las zonas más altas de la ciudad.
Por el momento, no se ha informado sobre heridos o el alcance de los daños materiales, mientras las comunicaciones con la pequeña nación se han visto afectadas.
La erupción de este 15 de enero es la segunda en dos días tras una serie de explosiones del volcán.
El pasado viernes, otro estallido del coloso envió columnas de ceniza y humo que generaron nubes de humo que se extendieron hasta 20 kilómetros hacia la atmósfera.
El volcán había mostrado cierta actividad intermitente hasta diciembre de 2021. El 14 de enero los funcionarios aconsejaron a las personas que se quedaran en sus hogares y protegieran el agua potable y los recursos.
También se registraron olas de tsunami en la capital de Samoa Americana, de acuerdo con las autoridades de ese territorio.
La agencia australiana informó que sigue monitoreando la situación, pero que no se ha emitido ninguna amenaza de tsunami para el continente, las islas o los territorios de Australia.
Por su parte, la autoridades de Fiji emitieron una advertencia de tsunami, instando a los residentes a evitar las costas «debido a las fuertes corrientes y las olas peligrosas».
La Agencia Meteorológica de Japón señaló que puede haber una ligera alteración del agua a lo largo de sus costas, pero no se espera que cause ningún daño.
A más de 2.300 kilómetros de distancia, en Nueva Zelanda, las autoridades advirtieron sobre marejadas ciclónicas a causa de la erosión.
La Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias indicó que algunas partes del país podrían esperar “corrientes fuertes e inusuales y oleadas impredecibles en la costa luego de una gran erupción volcánica”.
El volcán se encuentra a unos 64 kilómetros al norte de la capital, Nuku’alofa. A fines de 2014 y principios de 2015, otra serie de erupciones en el área crearon una pequeña isla nueva e interrumpieron los viajes aéreos internacionales al archipiélago del Pacífico durante varios días.