El Presidente Alberto Fernández planteó que si se dejan de lado los rencores es posible hacer otro país.
El presidente Alberto Fernández, único orador del acto central por el Día de la Lealtad en la CGT, brindó un enérgico discurso donde llamó a levantar las banderas del peronismo y trabajar en unidad. «A esta Argentina que se enferma la vamos a curar como siempre hizo el peronismo, sin odio», enfatizó desde el salón Felipe Vallese.
En este sentido, el máximo mandatario señaló que «hay otro país que nos merecemos» y llamó a trabajar en unidad con «Cristina (Fernández), con Sergio (Massa), con Máximo (Kirchner), con Héctor (Daer), con Hugo (Yasky y Moyano), con todos y con todas». «Acá nadie sobra. Todos hacemos falta», resaltó.
Por otro lado, se refirió a aquellos sectores que buscaron presentar el acto del 17 de octubre como respuesta de los banderazos contra el Gobierno: «Todo el día me la pasé leyendo cosas que se publicaban. Sepan todos, nacimos del amor de Perón y Evita, vivimos el amor de Néstor y Cristina. Acá no hay odios ni rencores, acá lo que hay es ganas de poner de pie a la Argentina de una vez y para siempre».
En otro pasaje, habló del momento en que le toca gobernar y expresó que tanto a él como a las y los gobernadores los recordarán «por sobrepasar el momento más difícil que el mundo ha experimentado, con una Argentina en crisis que la pandemia condenó infinitamente más».
«Ahí lo veo al gobernador Ziliotto que hoy me decía ‘Dios debe ser peronista, porque menos mal que el peronismo está gobernando la Argentina en este momento’. Tiene razón Sergio, en todos estos meses nuestra mayor preocupación es que nadie padezca más que lo que la pandemia ya hace padecer», remarcó.
Sobre este punto, marcó una postura clara sobre el rumbo de su gestión: «Nos paramos primero al lado de los que más necesitaban. Como dice el Papa Francisco, ‘primero los últimos’. Si uno abandona a esos últimos esa sociedad nunca va a ser valiosa, va a ser de injustos».
En el marco de los 75 años del 17 de octubre de 1945, el jefe de Estado reflexionó que ese día «el pueblo entendió que había alguien preocupado por el pueblo» y que fue Perón quien le dio derechos a «una Argentina invisible que muchos creían que no existía».
«El trabajo se dignificó, surgieron los sindicatos, los derechos gremiales, el aguinaldo, las vacaciones. Por primera vez los que trabajaron tuvieron derecho a tener vacaciones en lugares dignos. Y las playas argentinas empezaron a poblarse de trabajadores y trabajadoras», recordó.
«Empezamos el tiempo de la reconstrucción argentina»
De cara a lo que viene, el Presidente destacó que «empezamos un tiempo distinto, el tiempo de la reconstrucción argentina» y aseguró estar «orgulloso» de estar a cargo de esa misión. «Estoy seguro de cuáles son los intereses que represento y estoy seguro de que no claudicaré en ninguno de los compromisos que he asumido. Los primeros a los que vamos a socorrer son los que hoy están en peor situación».
Además, remarcó la importancia de trabajar en unidad: «Estoy seguro de que vamos a hacerlo con el acuerdo de todos. El mundo nos exige más que nunca estar unidos. La crisis mundial no ha terminado, pese a los que dicen que el virus no existe. Deténganse un minuto frente a lo que pasa en Europa y dense cuenta lo lejos que estamos de resolver el problema».
En otro fragmento de su discurso, Fernández se refirió a las distintas actividades por el Día de la Lealtad y marcó sus diferencias con las manifestaciones en la calle: «Agradezco a todos los que están participando de este evento, aunque confieso que hubiera querido que se queden en las casas». Sin embargo, agradeció el apoyo y el afecto de aquellos que salieron con sus autos.
«Pasaron 75 años y el peronismo siempre mantuvo la regla de ser leal»
Hacia el final, el Presidente aprovechó para destacar y agradecer el trabajo de las y los trabajadores que están en la primera línea de fuego frente a la lucha contra el coronavirus. «Gracias a cada enfermero y enfermera, médico y médica, hombre y mujer de las fuerzas de seguridad, de las fuerzas armadas. A cada militante social y político que fue a los barrios a alimentar los que están con hambre». Además, mostró su agradecimiento «a cada empresario que se comprometió con su aporte ayudando también a alimentar a los que la están pasando mal» y consideró que «esa es la prueba de que si nos unimos de una vez por todas, es posible hacer otro país».
«El peronismo escribió diez años magistrales en la sociedad argentina, los logros conseguidos con Perón y Evita nunca pudieron ser conculcados pese a todo lo que hicieron. Una y mil veces hicieron lo necesario para que el peronismo desaparezca de la tierra«, recordó el máximo mandatario, al tiempo que señaló que eso sucedió porque habían llegado «a las entrañas mismas del pueblo» y le habían otorgado «derechos que ese pueblo reclamaba».
Asimismo, consideró que «pasaron 75 años y el peronismo siempre mantuvo la regla de ser leal» y que «Perón pensó en una Argentina integrada», donde los que invertían se unían a la clase trabajadora. «Siempre promovió el desarrollo de la industria Argentina sobre esa base», añadió.