La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, anunció el fin de todas las restricciones impuestas para frenar el avance de la pandemia a partir del próximo martes 1 de febrero.
Las altas tasas de vacunación son consideradas suficientes para que el COVID ya no sea una enfermedad crítica para la sociedad
«Estamos aquí con noticias increíblemente buenas. Es hora de dejar atrás la pandemia y seguir adelante. Esto marca la transición a una nueva era para todos nosotros porque Dinamarca volverá a ser una sociedad abierta», celebró Frederiksen en una rueda de prensa junto al ministro de Salud, Magnus Heunicke.
Esta decisión se da paradójicamente el día en el que las autoridades sanitarias danesas han confirmado el segundo mayor número de casos de coronavirus diarios desde el inicio de la pandemia, 46.747. En total, se han contabilizado 1,4 millones de casos aproximadamente y más 3.600 fallecidos.
A partir de la próxima semana, los daneses ya no estarán obligados a utilizar mascarilla en espacios públicos, salvo que así lo requieran los establecimientos, se levantarán las restricciones de aforo y horario, y otros lugares de ocio volverán a reabrir sus puertas, de acuerdo a lo informado por el diario danés Politiken.
Algunas restricciones seguirán vigentes, en especial las referidas a las personas que lleguen del exterior y que no hayan sido vacunadas, quienes deberán presentar una prueba negativa de coronavirus y guardar un periodo de cuarentena.
Si bien Frederiksen ha reconocido que la enfermedad todavía está presente, destacó la buena acogida que ha tenido entre los daneses el plan de inmunización. «Las vacunas han resultado ser lo que pensábamos, una súper arma que ha dado una fuerte protección contra el virus», señaló.
Frederiksen agradeció el desempeño de toda la sociedad, la cual asumió la responsabilidad, se vacunó y se cuidó, mostrando un sentido de comunidad sin el cual no se podría haber llegado tan lejos y tan rápido al fin de las medidas.