«Estamos enfocados en temas más urgentes», señalan cerca de Alberto Fernández; Rodríguez Larreta imitará la decisión que tome el Presidente
El Gobierno no se pronunció , por ahora, sobre un posible recorte en los sueldos de los funcionarios del Poder Ejecutivo. Tampoco el reclamo de la oposición ni las cacerolas que se escucharon anoche en algunos puntos de la Ciudad le cambiaron la agenda a los colaboradores de Alberto Fernández . «No trabajamos el tema. Estamos abocados 100% a la pandemia del coronavirus y sus efectos», respondió a LA NACION un alto funcionario.
Y agregó: «La agenda la marcan los casos que crecen, los muertos y el efecto en la economía. Sin soberbia, aceptamos todas las manifestaciones. Pero estamos enfocados en temas más urgentes».Ads by
Cerca de Alberto Fernández nadie quiere opinar sobre el reclamo opositor hasta que el propio Presidente fije posición. «Por ahora sin comentarios, nos pronunciaremos cuando se crea necesario», se limitó a informar otro estrecho colaborador presidencial.
Horacio Rodríguez Larreta también decidió esperar a Fernández. Pese a que en Juntos por el Cambio redoblaron la presión para que haya recortes en el gasto de la política para nutrir de fondos a la atención de la pandemia y aunque el cacerolazo tuvo como epicentro a la Capital Federal, en el gobierno porteño dijeron a LA NACION que la Ciudad, probablemente, «acompañará la línea que siga la Nación» con respecto a los sueldos de los cargos ejecutivos. El jefe de gobierno porteño está asociado al Presidente en la lucha contra el coronavirus y ata su suerte a la del Presidente en esa cruzada.
Cerca del gobernador bonaerense, Axel Kicillof , también evitaron definirse. «No tenemos posición», dijeron. Las tres administraciones trabajan acompasadas con una agenda vertiginosa, que de todas formas, puede cambiar de un minuto a otro.
Distinto fue el caso del titular de Diputados, Sergio Massa . Socio de la coalición de gobierno, anticipó, a título personal, su intención de aplicar un fuerte recorte en los gastos de Diputados, con una rebaja del 40% en las dietas de los legisladores. El presidente de la Cámara baja deberá analizarlo en los próximos días con los jefes de los bloques.
Reclamo opositor y presiones
Más allá de la decisión que se tome en Olivos, algunos colaboradores del Gobierno hoy apuntaban a un aprovechamiento político de parte de la oposición. En la Casa Rosada ven la mano de algunos sectores de Juntos por el Cambio fogoneando el reclamo por la baja de sueldos.
El pedido comenzó en redes sociales y creció hasta derivar anoche en un cacerolazo en la Ciudad y algunos centros urbanos del país. En la Casa Rosada ven como antecedente cercano el cuestionamiento de Pro por los argentinos varados en el exterior tras el cierre de fronteras. En definitiva, un quiebre en la concordia que se había alcanzado hasta ahora con las medidas que tomó el Presidente para atender la pandemia .
Fuerte cacerolazo en la ciudad
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«No es lo mismo un recorte en dos poderes que están sin actividad que en el Poder Ejecutivo ¿Le recortás el sueldo a (el ministro de Salud Ginés) González García o a (la secretaria de Acceso a la Salud, Carla) Vizzotti? ¿Le recortas el sueldo a los funcionarios que le están poniendo el cuerpo sin tomarse un día de descanso?», reflexionaba esta mañana un colaborador presidencial, que sin embargo no quería anticipar ninguna postura oficial.
Los ministros, sin los descuentos, cobran un piso de $280.000 y el Presidente, de $325.000, según datos públicos que fueron actualizados por última vez en noviembre del año pasado, antes del cambio de gobierno.
Si se observa la planta permanente de la administración pública (funcionarios y empleados no políticos), de acuerdo al nomenclador del mes pasado, un funcionario de planta permanente con título universitario, nivel A (alto grado de responsabilidad), tramo avanzado y grado 10 (amplia antigüedad) hoy cobra, sin los descuentos, unos $150.000. A esa cifra generalmente se le adicionan suplementos variables, por ejemplo, por función ejecutiva. En la base del escalafón, un empleado raso, de nivel F (bajo grado de responsabilidad) y sin antigüedad, parte de una base de unos $20.000.
Promesas de recorte
El Gobierno había anunciado su intención de recortar gastos de la política a los pocos días de asumir, aunque nunca se refirió a recortes en los haberes. A fines de diciembre, cuando se había desatado la polémica por el congelamiento de las jubilaciones, Santiago Cafiero había considerado que «tiene que haber un ajuste en el gasto político».
«Los dirigentes políticos tienen que seguir dando gestos. Estamos acortando el número de asesores, acotando el uso de autos oficiales, ese ajuste se está haciendo», había dicho el jefe de Gabinete.
Fernández dijo poco después de asumir que «un ministro de la Corte Suprema de Justicia gana cuatro veces lo que gana el presidente» y que cuando un mandatario «vive de sus ingresos, tampoco es muy entendible ese reclamo».
En ese entonces el foco estaba puesto en la crisis económica. Lejos de los cálculos estaba un estado de excepción por una pandemia mundial, que obliga a tomar decisiones minuto a minuto.
Mensajes que se superponen
- La presión para que el Poder Ejecutivo avance con una medida llega por distintos frentes. La oposición en Diputados redactó una carta pidiendo que los cargos jerárquicos de los tres poderes aporten el 30% de sus sueldos para colaborar en la lucha contra el coronavirus.
- Sus pares del Senado presentaron un proyecto de ley titulado «esfuerzo colectivo integral» que recorta los haberes de legisladores, funcionarios y jueces para la creación de un «fondo nacional para la gestión de la pandemia».
- La Asociación de Magistrados, en tanto, anunció que recaudó $1.850.000 a partir de donaciones de sus asociados y de un aporte institucional para la atención del Covid-19.
- Algunos gobernadores informaron que donarán su sueldo.
- Sergio Massa, titular de la Cámara baja y socio de la coalición de Gobierno, dijo que buscará, mediante el recorte en las dietas y otros gastos, recaudar $200 millones en cinco meses para la Cruz Roja.
- Anoche sonaron algunas cacerolas reclamando que la política haga un gesto.
Fuente: La Nación