Sin la herramienta de Previaje, hacer las cuentas antes de decidir el destino es esencial para no quedarse en el camino.
A la hora de salir de viaje para disfrutar de unas buenas vacaciones, la gente busca relajarse, descansar y recuperarse del estrés de la rutina de todo el año. Pero muchas veces los precios de los destinos, tanto en la costa atlántica como en el exterior, con el dólar por el cielo, suelen generar angustia. Por eso, conviene conocer la mejor forma de hacer un presupuesto y ahorrar en vacaciones.
Crear un análisis de costos es una buena práctica para evitar disgustos. Sirve, además, para llevar las finanzas y hasta ahorrar durante el viaje.
El presupuesto es una herramienta que convierte el sueño de viajar en realidad. Al crear categorías de presupuesto para un viaje, se puede ahorrar dinero, reducir el estrés y desconectar por completo, sin estar pensando en la plata que se gasta.Disfrutar las vacaciones depende también de que uno haya hecho las cuentas previas para conocer los alcances y limitaciones del presupuesto.
Presupuesto y ahorro para las vacaciones
Hay una realidad, y es que son pocas las situaciones en las que se puede controlar y saber por anticipado y exactamente los gastos que se tendrán. Una herramienta muy útil es navegar en los sitios web de los viajeros que relatan sus experiencias, e investigar ahí cuánto dinero representa cada cosa en la que tienen decidido gastar.
En la fase previa al viaje se pueden resolver las variaciones de precio dependiendo de la duración del viaje, el destino al que se vaya y la época del año, así como la comodidad de los trayectos y los destinos y las actividades que se realicen.
La variación de precios entre el modo de transporte –avión, auto, tren, o barco a Uruguay- y el transporte de equipaje, alquilando un coche y pagando la nafta o tomando vías programadas, así como la compra de ropa o materiales ajustados a las condiciones del destino, son algunos de los gastos más obvios.
Una vez de vacaciones, hay que hacer un plan que incluya un promedio de lo que se gasta en el destino elegido y multiplicarlo por la cantidad de días de viaje. Lo más básico es calcular lo que cuesta el alojamiento, las comidas y los transportes de toda la familia.
Además, si se eligen lugares como Ushuaia, El Calafate, o bien alguna ciudad europea con muchos museos y atracciones, hay que contabilizar las actividades que se realicen, lo que se sale del promedio diario.
Es muy difícil pensar en ir con la familia o la pareja a Ushuaia y no subirse al barco que lleva hasta el Faro del Fin del Mundo y la colonia de lobos de mar. O ir a París y no ir al Louvre, que tiene su costo. O ir al Calafate y no hacer la excursión por el glaciar Perito Moreno o el barco por el lago de los glaciares.
No sólo el entretenimiento cuesta
Es muy importante también, tener al día la documentación necesaria para ir a otros países, si las vacaciones son internacionales, como el pasaporte, el seguro de viaje y el visado y otros gastos que se deben considerar antes de acuerdo al destino.
Además, algunos lugares pueden no tener las especificaciones necesarias para asegurar el buen funcionamiento de herramientas tecnológicas que no siempre se consideran previamente, como las baterías de las cámaras o la tarjeta SIM del teléfono móvil, por lo que esta es otro nivel que debe considerarse entre los gastos.
Entre los mochileros que duermen en hostales y la gente a la que le gusta quedarse en hoteles cuatro o cinco estrellas, existe una infinidad de escalas de precios que pueden ajustarse a las necesidades de cada viajero y sus acompañantes, sean amigos o familia.
Se puede así ir buscando los sitios y las redes sociales que más se acercan a las expectativas de cada uno para descubrir las particularidades de cada destino y pasar unas vacaciones inolvidables.